2014: Año muy importante para el deporte cubano

Por Ronal Quiñones

El equipo Cuba en un evento internacional. Foto: Erik van Kordelaar

HAVANA TIMES — Los últimos meses de 2013 fueron muy agitados para el deporte cubano: estuvo el debate sobre el regreso de un equipo de la Isla a las Series del Caribe de béisbol, el debut oficial del boxeo antillano en una lid semiprofesional y quizás la más importante de todas, la aprobación de una nueva forma de retribución a atletas, entrenadores y especialistas vinculados a la actividad atlética.

En particular, esta última reviste una importancia mayúscula, porque aunque no detendrá el éxodo de deportistas, sí reconoce mucho más el esfuerzo de la gran mayoría en una carrera que demanda grandes sacrificios y es de corta duración.

Desde su misma divulgación levantó las más diversas opiniones, muchas de ellas reflejadas en estas propias páginas, pero su completa aplicación comenzará en enero de 2014, y como todo en esta vida, cuando se pone en práctica es cuando realmente se ve su verdadero alcance.

Ya en estos meses se han visto los llamados “efectos colaterales”, en específico en el boxeo y su Serie Mundial.

Al salir la medida en los medios de difusión masiva se aclaró que solamente el béisbol comenzaría en el propio 2013, con el arranque de la Serie Nacional 53, pero el resto de las disciplinas debería esperar hasta enero para ver los frutos.

El llamado de alerta surgió en el boxeo, porque en la Serie Mundial (WSB en inglés), cada púgil recibe un pago por cada pelea realizada, en dependencia del resultado: victoria, derrota y tipo de victoria o derrota. En el caso de los cubanos, como la ley no contemplaba comenzar antes de 2014, siguieron combatiendo básicamente “por amor al arte” (aunque algo se les pagó), y esto molestó a más de uno.

A saber, el campeón olímpico de Londres Robeisy Ramírez y el bronce de esa misma competencia Yasniel Toledo se negaron a pelear a inicios de diciembre en un tope contra Rusia en La Habana, alegando que no habían recibido los pagos correspondientes por sus presentaciones anteriores ante México, en el primer fin de semana de la WSB.

Ambos debieron ser sustituidos por segundas figuras para ese encuentro, aunque según aclaró el entrenador principal de la escuadra, Rolando Acebal, no fueron sancionados, sino “amonestados”, y podrían reaparecer en enero…casualmente cuando ya supuestamente deben cobrar lo que realmente se merecen.

Pelea del reciente serie en Kazakhstan entre el equipo de Kazakhstan y los Domadores de Cuba. Foto: www.worldseriesboxing.com

Este primer tropezón de la nueva medida es un llamado de alerta para lo que pudiera suceder a todo lo largo de 2014, porque ya a ningún deportista se le podrá negar el correspondiente pago por sus resultados, y en caso de ocurrir, se crearía un gran problema de credibilidad en las instancias gubernamentales.

Podría ocurrir, como en ocasiones anteriores, que el debido pago se retrase por las consecuencias de las restricciones económicas del Gobierno estadounidense sobre cualquier transferencia monetaria relacionada con Cuba, pero los encartados tendrán que buscar las fórmulas para cumplir sus compromisos, so pena de sufrir otra fuga masiva de talentos.

UNA OPINIÓN AUTORIZADA

Un economista consultado por este servidor consideró que aunque el valor social de la nueva ley es muy elevado y posee toda la justeza del mundo, puede crear un gran problema a la economía cubana, ya de por sí bastante deprimida.

“Imagínate que vuelva a ocurrir lo de ocasiones anteriores, que el dinero del pago correspondiente a un voleibolista, por poner un ejemplo, se traba porque el banco en cuestión no quiere hacer la transferencia hacia Cuba, por el temor de ser sancionado por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos.

“Entonces el Gobierno cubano tendría que asumir ese pago para no incumplir su compromiso, y desviar hacia el deporte el dinero que tenía previsto para transporte, educación, salud o cualquier otro problema de los tantos que debe resolver en la Cuba de hoy.

“El descontento entonces podría ser mayor en el resto de la sociedad. Lo otro es volver a caer en lo mismo de siempre: las deudas económicas y morales con los atletas. Por estas cuestiones muchos han decidido irse para otros países, y la situación perfectamente podría repetirse ahora”, dijo Alberto Concepción, quien se desempeña en labores de docencia.

En este sentido, el economista consideró que la opción aparentemente más viable es cobrar en el momento cada premio por el propio deportista en el mismo lugar de competencia, lo cual alteraría el modus operandi tradicional del Instituto cubano de Deportes (Inder).

Por tradición, es un dirigente del Inder o el jefe de la delegación según sea el caso, el encargado de hacer la transferencia hacia Cuba o cobrar in situ el premio, para traerlo a la Isla y luego aquí repartir los porcentajes correspondientes.

Dejar esa primera transacción en manos de los propios deportistas es en cierta medida perder el control de la situación, viéndolo desde el punto de vista del Gobierno cubano, porque el atleta en cuestión sabría exactamente lo que le toca y no podrá ser manipulado posteriormente, pero pudiera ser la única solución para que todo sea como debe ser: que cada cual reciba su recompensa en el momento oportuno.

Esta variante la utiliza mucho el ajedrez, y ha dado muy buenos resultados, tanto para el deportista como para las autoridades, así que perfectamente pudiera ser la aplicada en el futuro inmediato. Los jugadores han dejado de cobrar solamente cuando el torneo ha sido organizado en territorio estadounidense, y la respuesta ha sido no jugar allá, o hacerlo solamente por interés personal de visitar ese país, reencontrarse con un familiar, o pedir asilo político directamente.

El medallista de oro Dayron Robles. Foto: cubadebate.cu

REALIDADES Y PERSPECTIVAS

Hasta el momento parece que todo marcha bien con el béisbol, el pionero en la implementación de estas modificaciones, pero la pelota depende solamente de la moneda nacional para cumplir la palabra empeñada.

Si hasta ahora no conocemos de ningún caso de descontento con el nuevo pago salarial en el deporte de las bolas y los strikes, otra cosa pudiera suceder en febrero, cuando Villa Clara asista a la Serie del Caribe, y allí sus peloteros exijan la recompensa correspondiente, como el resto de sus colegas de otros países.

Pero antes, en el mismo mes de enero, se comenzará a medir el engranaje de este novedoso sistema, porque habrá competencias de varios deportes dentro y fuera de Cuba.

Entre ellas se encuentran la Copa del Mundo de ciclismo de pista, con sede en Guadalajara, México (del 17 al 19 de enero), dos topes de la Serie Mundial de Boxeo (11 de enero en Azerbaiyán y 18 de enero en La Habana), el prestigioso torneo de ajedrez de Wijk ann Zee, Holanda, (del 10 al 26 de enero) y, con muchas menos posibilidades de obtener premios, pero real, la Vuelta ciclística al Táchira (del 10 al 19 de enero).

Esto es lo que aparece actualmente en el calendario oficial del deporte cubano para ese mes, pero pueden sumarse otras lides por invitación, a las cuales no se les ha dado respuesta todavía, o algún torneo clasificatorio para los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Veracruz, cuyas fechas estaban pendientes de definirse.

Por eso este 2014 pudiera ser muy importante para el deporte cubano: la esperanza de una mejor vida despertada en los miembros de todas las preselecciones nacionales debe traducirse directamente en los bolsillos de cada uno, sea cual sea la vida utilizada para lograrlo.

Esperemos para ver en la práctica como se destraba todo un aparataje que ha funcionado de manera muy diferente por más de 50 años, y muy especialmente desde la década de 1990 hasta ahora.