Dos Entre Muchos
Alfredo Fernández Rodríguez
Omar consiguió un trabajo en la embajada francesa y como no tenia donde vivir, se privó de todo lo humanamente disfrutable para poco a poco construirse una casa. Lo logró a los 6 años. Al año siguiente se fue a España y no regresó más.
Verdaguer no tenía casa y aunque era profesor universitario y no constructor, pudo finalmente entrar en la microbrigada (sistema de edificación de viviendas en el cual el trabajador abandona su puesto laboral y se convierte en constructor hasta que la misma concluya).
Allí estuvo 7 años. Obtuvo su casa y al año de vivirla le llegó un viaje de trabajo a una universidad mexicana. Cruzó la frontera y vive en Miami.
Omar y Verdaguer al partir perdieron sus respectivas casas por disposiciones legales del gobierno que despoja de sus propiedades a las personas que se marchan definitivamente del país.
Esas situaciones siempre me devuelven una pregunta ¿Qué derecho tiene un estado a apropiarse de un bien privado que fue obtenido honradamente?