“Anti-capitalismo” que se queda corto

“Rasgad la piel de un extremista y encontrareis un oportunista”.  -V.I.Lenin.

Por Pedro Campos

La Embajada Rusa en La Habana (antes Sovietica).

HAVANA TIMES — Muy en boga está la palabrita “anticapitalista”. “Somos anticapitalistas”. Nuestra posición es “anticapitalista”. Nuestro programa revolucionario es “anticapitalista”. “Abajo el enemigo capitalista”. “Mueran los capitalistas”. Así se expresan muchos. Y leyendo y escuchando a algunos de estos “anticapitalistas”, nos asombramos de la defensa que hacen del capitalismo de estado.

No pidan nombres. Más de una vez lo he explicado: deben combatirse ideas no personas.

Y arriba de que se quedan cortos con su “anti capitalismo”, que no extienden al del estado, están los que se atreven a acusar a los que criticamos el capitalismo de estado de estar confabulados con el “enemigo imperialista” o con la “restauración capitalista”. ¡Vaya disparate!

Los que desde posicionamientos socialistas enfrentamos ideológica y políticamente al capitalismo de estado existente en Cuba, encubierto por el “socialismo de estado”, precisamente lo que buscamos es transitar del “capitalismo de estado” a un socialismo más participativo y democrático, donde sean los trabajadores y el pueblo los que decidan cómo reproducir su vida y todas las leyes que los afectan y evitar la restauración del viejo régimen de explotación de capitalismo privado, empresas imperialistas, terratenientes y oligarcas criollos, tal y como ha pasado en todas partes donde se pretendió el “socialismo de estado”.

Y en el caso específico de Cuba, lo hemos reiterado, tal restauración desembocaría en una dependencia neocolonial, que no sería ya sino una anexión real o virtual al gigante del Norte, que nos desea como incondicional aliado y al mismo tiempo nos desprecia.

No saben los defensores del capitalismo de estado, que están, a larga, trabajando para el anexionismo.

Nuestras posiciones constan en nuestros programas, propuestas y acciones. Que algunos ni los conozcan o tengan limitaciones clasistas para entenderlos, es otra cosa; los trabajadores explotados por el estatalismo asalariado, los comprenden rápido y muy bien. Por eso algún burócrata dijo: cuidado con esas ideas autogestionarias, son como la cocaína, adictivas.

Muchos de nosotros ya hemos probado nuestro anti capitalismo y nuestro antiimperialismo, en la confrontación directa contra sus fuerzas en los propios países y metrópolis del imperialismo, a diferencia de algunos de estos “anticapitalistas pro-capitalistas de estado” dedicados a defender, sin ton ni son, desde el estado, con los recursos del pueblo, con prebendas y privilegios mediáticos y de todo tipo, cuanta cosa se ha hecho en nombre del “socialismo y la clase obrera”.

Calle céntrica de La Habana.

Efectivamente, como señala el profesor Acanda, la “prostitución del lenguaje” ha llevado a no pocos periodistas, intelectuales, políticos, activista y “dirigentes” a manejar los términos de la economía política, sin el más mínimo apego a su contenido históricamente reconocido por los socialistas, a llamar socialismo a lo que nunca ha sido, a considerar revolución social lo que solo ha sido una revolución política, a considerar “enemigo” a cualquiera que no piense igual, confundir la revolución social con el gobierno, un partido y un estado y otras lindezas.

Y toda esa confusión, introducida en el lenguaje de las Ciencias Sociales por el neo-estalinismo es, en parte, lo que ha llevado a tales “anticapitalistas” a ser partidarios del capitalismo de estado y a defenderlo a capa y espada, con los ojos cerrados y los dientes afuera, como sedientos de sangre, sin consideración alguna, sin conocer ni investigar las esencias de las posiciones que llaman “contaminadas”, sin tener idea de a quién están acusando.

Claro… es que nunca han relacionado el capitalismo con el salario. Cuando estudiaron, si estudiaron el capitalismo, en la Universidad, nadie les explicó que el capitalismo es una relación social de producción vinculada al trabajo asalariado. Y si alguna vez tuvieron El Capital en sus manos, fue para leer fragmentos seleccionados y orientados por el profe.

Para estos “anticapitalistas”, el capitalismo es malo y explotador, porque eso es lo que oyen desde chiquiticos. Nunca supieron por qué. “El capitalismo es malo porque es malo y todo el que me parezca que está defendiendo algo que tenga que ver con el capitalismo, es mi enemigo” y de paso se echan de enemiga a casi toda la humanidad que vive bajo régimen capitalista.

Por ese desconocimiento, un sensor del Presidio Modelo en época de Batista dejó que los presos leyeran El Capital, pensado que era una obra a favor del capitalismo. Los extremos coinciden.

Tales “anticapitalistas” no distinguen capitalistas democráticos, de autoritarios, o de fascistas. Todos son enemigos iguales para ellos.

Fue por eso y por rechazar la alianza de los socialistas con los demócratas, que las políticas orientadas por la Internacional Comunista bajo Stalin, contribuyeron a que Hitler llegara al poder en Alemania. Fue por subestimar las fuerzas de los demócratas y mantener su alianza con los neo-estalinistas conservadores-lebreles del capitalismo de estado en la URSS, que Gorbachov terminó siendo víctima de un golpe de estado de sus “compañeros” del Buró Político.

Los que hurgan en la historia solo para conocer lo que pasó, sin reconocer las enseñanzas del pasado para el presente, pueden aportar mucho al conocimiento del pasado, pero poco al desarrollo del presente y el futuro.

La vida lujosa en Miramar, La Habana.

Y tenemos “anticapitalistas”, tan “anticapitalistas”, que rechazan todo lo que venga del capitalismo, menos sus productos sofisticados, que consumen y disfrutan a más no poder, gracias a las prebendas del capitalismo estatal. Pero para ellos, los valores humanos que llevaron al triunfo del capitalismo sobre el feudalismo, “no tienen validez en el socialismo”. Y tratan al capitalismo, como si el socialismo, llegara a la tierra en nave extraterrestre, ETs incluidos, sin nada que ver con lo que ya existía previamente.

No saben, nunca supieron, nunca quisieron saber, ni era del interés de los neo-estalinistas, que el socialismo, sus fuerzas productivas, relaciones de producción y sus valores venían desarrollándose ya en el seno capitalista.

¿Hasta cuándo ese infantilismo de izquierda? ¿Hasta cuando las descalificaciones sin sentido, las acusaciones de contubernio con el enemigo imperialista? ¿Hasta cuándo van a seguir algunos irrespetando las diferencias, incluso de posiciones pro-capitalistas, aunque no se compartan?

¿Hasta cuándo van a seguir considerando el término democracia, como exclusivo del sistema político de la burguesía? ¿Hasta cuándo van a considerar los derechos humanos y a los valores democráticos alcanzados por las luchas humanistas de todos los tiempos, como burgueses?

¿O será que a la burocracia que controla el capitalismo de estado y sus medios de producción y divulgación, le conviene la prostitución del lenguaje para seguir tratando de confundir a los trabajadores con su “socialismo” que nunca ha sido, por ser en verdad un modelo económico-político y social rechazado por los trabajadores y el pueblo en general?

Cada cual haga sus valoraciones; es verdad que hay mucha confusión y desconocimiento; pero lo que se aprecia claramente en algunos de estos extremistas “anticapitalistas” es oportunismo del más vulgar.
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Pedro Campos: [email protected]

3 thoughts on ““Anti-capitalismo” que se queda corto

  • “Socialismo democrático y participativo”… sip!… cuando los puercos vuelen o como decía mi abuela, cuando la rana críe pelos…

  • Y en vez de hablar de tanto “capitalismo” y “socialismo” ¿por qué no hablamos mejor de lo que realmente necesita Cuba? Es decir: DEMOCRACIA.

    Ya solo empleando la palabra DEMOCRACIA queda excluido, por razones bien obvias el “socialismo” que democrático nunca lo ha sido ni en la exURSS ni en los demás países del bloque socialista europeo, ni tanto menos en China y aún peor en NordCorea.

    La libertad del ser humano debería ser la base de cualquier sistema justo, equilibrado, pacífico y democrático y los que más se acercan a ese ideal son los países nórdicos, que no son perfectos pero que tienen los mejores sistemas sociales que conozco.

    Será que en lugar de esperar a que la rana críe pelos para ver cambios en Cuba, tendremos que esperar a que nieve.

  • Socialismo democrático y participativo = Cafe descafeinado
    Uhmmm!!! sospecho que esta es una nueva patraña del imperialismo jajajaja.

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