Yo acuso

Tomás Borge, a diferencia de estos 170 presos políticos, tuvo un juicio público en el somocismo. La dictadura al final cayó, como caen todas.

Por Erik Flakoll (Confidencial)

HAVANA TIMES – Yo acuso a Daniel Ortega y a Rosario Murillo por la muerte del general Hugo Torres, quien hace 47 años arriesgó su vida por sacar a Daniel Ortega de la cárcel somocista. Acuso a los dictadores de tener injustamente encarcelados a más de 170 presos políticos que pueden correr la misma suerte. Acuso a los funcionarios serviles que implementan las órdenes de estos tiranos y que con sus acciones los mantienen en el poder. Acuso a los dirigentes del Consejo Superior de la Empresa Privada por no hacerle frente a una emergencia nacional.

Un día, cuando le estaba ayudando a Tomás Borge a escribir sus memorias le pregunté cuál fue el momento más importante de su vida.

“Cuando estaba preso en la cárcel de la seguridad  y me dijeron que después de mi juicio empezaron a aparecer pintas en todas las paredes que decían: ‘Si Tomás muere…’, —me dijo–, Entonces supe que tenía el apoyo del pueblo.”

Tomás, a diferencia de estos 170 presos políticos, si tuvo un juicio público durante la dictadura somocista. La dictadura al final cayó, como caen todas.

Daniel Ortega y Rosario Murillo han hecho de Hugo Torres un mártir de la lucha democrática y pacífica contra la dictadura en Nicaragua. Ortega y Murillo se han ensañado con nuestro pueblo y en particular contra las mujeres que mantienen aisladas en sus mazmorras. No son ni serán nunca los dueños de Nicaragua y siempre serán recordados como los peores gobernantes del país.

En las paredes de esta aldea global, no solo acuso a Ortega y Murillo sino que también les advierto:

Si Edgar Parrales muere…

Si Dora María muere…

Si José Pallais muere…

Si Tamara Dávila muere…

Si Arturo Cruz muere…

Si Lesther Alemán muere…

Si Francisco Aguirre Sacasa muere…

Si Suyen Barahona muere…

Si Medardo Mairena muere…

Si Pedro Joaquín Chamorro muere..

Si Ana Margarita muere…

Si Mauricio Díaz muere…

Si Violeta Granera muere…

Si Victor Hugo Tinoco muere…

Si Nidia Barboza muere…

Si Pedro Vásquez muere…

Si cualquiera de los 170 presos políticos muere, cada uno se convertirá en mártir y cada uno vendrá a poblar las pesadillas de Ortega y Murillo. Mejor bájense del poder mientras puedan, antes de que los bajen. Puede que sea muy tarde ya.

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