Manjar caribeño

Por Matraca (El Toque)

HAVANA TIMES – El Gobierno cubano parece haber encontrado el oxígeno que necesitaba ante la asfixia económica del país y el creciente descontento de la gente. La Rusia de Putin acordó hacer el rescate, pero no libre de costos. 

Desde marzo de 2023 ha ocurrido un ir y venir de altos funcionarios entre La Habana y Moscú, incluido el vicepresidente del Gobierno ruso, Dmitri Chernyshenko. Luego de la última reunión de la Comisión intergubernamental ruso-cubana de cooperación, se conocieron los nuevos acuerdos (al menos una parte). 

Para la isla en la que falta de todo (combustible, comida, medicamentos) habrá negocios e inversiones de medio centenar de empresas rusas y una decena de convenios en los sectores de la construcción, digitalización, banca, producción de azúcar, transporte y turismo.

Para Rusia, además de un aliado político (de los que anda escaso tras la invasión de Ucrania en 2022 y las crecientes sanciones de Occidente) Cuba es una puerta a otras alianzas en América Latina mientras recibe un trato preferencial que incluye el uso de tierras cubanas por un período de 30 años. 

No extraña que los memes de esta semana auguren el regreso de los cursos de idioma ruso en Universidad para Todos, y muestren al rublo compitiendo con el euro y el dólar por un espacio en las calles cubanas. 

El resto de la atención en las redes sociales la acaparó la polémica de Buena Fe. El grupo, de gira por España, tuvo al menos dos confrontaciones con el exilio cubano y varias de sus presentaciones fueron canceladas. 

Mientras el Gobierno de La Habana, incluido Díaz-Canel, han puesto los medios a su alcance para denunciar las “agresiones fascistas” contra los miembros de Buena Fe, parte de los cubanos defienden el boicot como forma legítima de protesta. Israel Rojas, líder del grupo, ha justificado en varias ocasiones la respuesta represiva del régimen cubano y en días recientes dijo no saber quiénes eran los presos políticos en Cuba. 

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