La “epidemia” rusa en Varadero merece laboratorio

Por Aurelio Pedroso (Progreso Semanal)

HAVANA TIMES – A falta de alguien competente, con cualidades de veracidad y credibilidad en sus palabras, cada día que transcurre se impone la necesidad de ofrecer a la opinión pública nacional e internacional, qué está sucediendo con esos reportes diarios del Ministerio de Salud Pública donde los rusos sobresalen en los casos de Covid-19 importados.

Este martes, 71; miércoles, 30.

Un cubano de a pie me entenderá perfectamente si sostengo que el “chu-chu-chú” es muy grande y no se le acaba de ver punto final. Y para quien no esté familiarizado con ese término, basta aclarar que el caso de tantos contagiados que llegan a la isla está envuelto en ni se sabe qué cantidad de rumores, comentarios e informaciones que precisan esclarecimiento.

El tema, como decía nuestro Canciller de la Dignidad, Raúl Roa, en estos días para recordar con más fuerza en su fecha de fallecimiento, necesita o precisa de “guantes de seda” para ser abordado. Y para continuar en su recordatorio, aquellas palabras que me dijo ante la posibilidad de un restablecimiento de relaciones diplomáticas con los gringos allá por 1975: “Mis guantes siempre han sido de boxeo y no me los puedo quitar. Tendrá que venir uno con los de seda”.

No es ético en esta agridulce profesión hacerse eco de rumores. Por tanto, ni los voy a mencionar, pero que conste, muchos de ellos parecen ser contundentes, cercanos al periodismo informativo o de investigación.

Lo que está sucediendo con nuestros amigos rusos vacacionistas en Varadero, más que una explicación turística, merece una política con suficiente parcialidad y tino. No ofrecerla, será incrementar el “chu-chu-chú”.

¿Entendido? “¿Panimayesch?”

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