La batalla extrema de Guillermo Fariñas por ganar las calles

Vicente Morín Aguado

Guillermo Fariñas. Foto: Adalberto Roque/AFP/Getty images.
Guillermo Fariñas. Foto: Adalberto Roque/AFP/Getty images.

HAVANA TIMES —  Al declararse en huelga de hambre el pasado 20 de julio, al ritmo de una golpiza ejecutada con precisiones de karateca, los represores de turno le advirtieron a Guillermo Fariñas que “me estaba convirtiendo en alguien peligroso, que no me querían más en las calles, que ese rigor—golpes, torturas—me lo aplicaban para que me dedicara a la revista y al periódico, nada de las calles.”

El tercer cubano galardonado con el Premio Sajárov, de la Unión Europea, a los luchadores pro derechos humanos, ha planteado en condiciones extrema un dilema de la sociedad cubana: LA LIBERTAD. En su caso no se trata de ese concepto abstracto esgrimido por políticos de todas las épocas y naciones, sino de derechos humanos concretos: expresarse públicamente, reunirse sin interferencias, acceder a la información.

El líder anti castrista clama por el fin de la represión a sus compañeros y compañeras, opositores pacíficos contra un sistema político que acude a la violencia como último recurso ante la falta de argumentos. Los herederos de Fidel Castro saben que día a día disminuye el apoyo popular que los aupó durante décadas.

Así lo testimonia Carlos Amel Oliva, preso declarado igualmente en huelga de hambre antes que Fariñas, quien denunció el proceder de los agentes policiales:

“Entran a las casas con escopetas de asalto y chalecos antibalas, como si se tratara de un gran operativo, como una forma de intimidación, no tanto a los opositores, sino hacia la población que simpatiza con nosotros”.

La historia de los ayunos absolutos protagonizados por cubanos con fines de protesta política, comienza con el comunista Julio Antonio Mella, enfrentado en 1926 al general-presidente Gerardo Machado. A pesar de su reconocida dureza e insensibilidad hacia sus contrarios, el calificado “Mussolini Tropical” cedió al cabo de 18 días de la inusitada acción del  líder estudiantil, quien arrastraba a las masas durante sus manifestaciones en las calles de La Habana.

Pasadas cuatro décadas,  ya en plena Revolución bautizada socialista, luchadores por la libertad de signo contrario al de Mella, ofrendaron sus vidas, desesperados al no encontrar otras variantes efectivas de protesta, enfrentando un sistema totalitario que ni siquiera les dejó la opción del debate público.

Guillermo Fariñas. Foto: wikipedia.org
Guillermo Fariñas. Foto: wikipedia.org

La honrosa lista suma 17 casos, el primero Francisco Aguirre Vidaurreta en 1967, llegando hasta Orlado  Zapata Tamayo tras 86 días de ayuno voluntario en  2010. Precisamente entonces el eterno solidario “Coco” Fariñas inició 135 jornadas de hambre, interrumpidas cuando el gobierno de Raúl Castro anunció liberar a más de 100 presos de conciencia.

La historia demuestra que ante los ayunos absolutos de carácter político, predomina la sordera de los gobernantes.

El 5 de mayo de 1981 fallecía en la cárcel Maze, Irlanda del Norte, el luchador independentista, diputado del Parlamento Británico, Bobby Sands, al soportar 66 días de auto martirio. Entonces, el Líder la Revolución Cubana, criticando la inclemencia de la primera ministra británica, Margaret Thatcher, comparó el indudable heroísmo de Sands y otros seis huelguistas acompañantes con—según sus palabras ante la televisión—las escasas horas de Cristo en el calvario.

El catolicismo de los huelguistas irlandeses trae a colación la predilección de Fidel Castro hacia los números: Zapata y Fariñas protagonizaron cien veces el calvario cristiano sin conocer la menor compasión de quiénes gobiernan su país con la vergonzante complacencia de la Iglesia romana.

Los huelguistas cubanos de hoy se juegan la vida sin la menor posibilidad de repercusión interna en torno a la naturaleza política de sus actos, porque el sistema de gobierno monopoliza casi absolutamente el acceso de los nacionales a la información.

Aún así, previendo posibles grietas en un mundo donde la democracia informativa parece ser indetenible, intentan aislarlos de la sensibilidad popular, adjudicándoles el  estigma de « mercenarios al servicio del imperio».

El propio Premio Sajárov advirtió el pasado 20 de julio, minutos antes de iniciar su extrema protesta:

“Los que luchan por la libertad y la democracia no pueden ser considerados mercenarios.”— Y comentó—Martí contra España, Fidel frente a Batista, recibieron ayudas desde el exilio, fundamentalmente en Estados Unidos. El Yate Granma se compró con dinero del ex-presidente derrocado Carlos Prío. Luchamos en Cuba, somos cubanos, no combatimos en ejércitos extranjeros, somos amantes de la No violencia.

Antes de entrar en su primer estado de inconsciencia, Guillermo Fariñas reiteró la magnitud del problema: “Es hora de unirse, de tirarse para las calles y protestar por todas las barbaridades de este gobierno.”

5 thoughts on “La batalla extrema de Guillermo Fariñas por ganar las calles

  • Que infamia la que se está cometiendo con mi querida patria. Que la situación de Venezuela se mencione en todas partes para sacar a Maduro dizque porque se convirtió en dictadorcito (creo, según Mujica) y a los perros dictadores de Cuba, nadie les dice nada. Si los cubanos no nos solidarizamos, los de adentro y los de afuera, de hacer un pacto con nuestros familiares, de que se agarren los pantalones porque por un año, no van a visitarlos. El dinero que dejaría de entrarles a los bolsillos de ellos sería considerable, y no tengo que decir cómo se tienen que comportar los de adentro. Ya hemos visto cómo todos los vecinos de la cuadra se le han plantado a la policia para que ni siquiera toquen a su vecino disidente, y se han tenido que ir. Al cubano hay que enseñarles sus derechos ciudadanos, y las marchas de protestas son uno de estos derechos que deben ejercer. Basta ya!, que somos el único pueblo que ha aguantado una dictadura por tanto tiempo.

  • Excelente Vicente. Raul Castro tendra que explicarle al mundo por que dejo morir a Fariñas si solo estaba exigiendo que se respeten las propias leyes castristas. Todas las luchas mundiales por la libertad y la democracia demandan el sacrificio de los ciudadanos con el decoro y la valentia del Coco Fariñas.

    Todo el que crea que Guillermo Fariñas tiene razon en sus demandas y quiera contribuir a salvar la vida de este patriota, puede apoyarlo firmando esta peticion colectiva a Raul Castro.

    https://secure.avaaz.org/es/petition/Raul_Castro_Ruz_Atender_las_Peticiones_de_Guillermo_FarinasHeeding_requests_by_Farinas/

  • Bobo, eso me recuerda un artículo que leí en la Sputnik: un disidente soviético que se paraba frente al Kremlin con un cartel que decía: “Exigimos que se respete la Constitución de la Unión Soviética”. O sea, nada de Libertad y Democracia, simplemente que se cumplan las propias leyes que ya existen. O dicho de otra forma: ¡pedir que se cumplan las leyes en Cuba es ser disidente!

  • Hola y as{i es, bastar{ia con hacer respetar las propias leyes socialistas, los estatutos del PCC y de los sindicatos, ser{iamos aut{enticos disidentes si planteamos tales “reformas”.

  • En la primera parte de “Archipiélago Gulag” nos cuenta Solzhenitsyn sobre Bukharin:

    “Bukharin escribió cada palabra de nuestra constitución existente (en otras palabras, no-existente), que es tan bella, y volaba en lo alto, sólo debajo de las nubes y pensaba que le había ganado a Koba [Stalin]: que lo había obligado a aceptar una constitución que le haría suavizar la dictadura.”

    Al final cayó Bukharin, como traidor a la patria y etc., etc.

    La dictadura se limpia el trasero con sus leyes y con lo que sea. Esperar otra cosa es ingenuo.

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