El mundo no puede darle la espalda a Cuba

Foto: por Juan Suárez

Por Ronal Quiñones

HAVANA TIMES – Ha pasado ya más de un mes desde las protestas masivas del pasado 11 de julio. Algunos se preguntarán qué ha cambiado en Cuba desde entonces, y la respuesta es bien poco. Es más, lo que ha cambiado sirve apenas para maquillar la tensa calma con que viven los cubanos desde hace más de un año.

Sí, porque lo sucedido ese domingo viene de atrás, desde que se levantaron los del barrio habanero de San Isidro, o desde que un grupo de artistas fue a manifestarse frente al Ministerio de Cultura.

Sucede que el histórico 11 de julio fue ya un estallido popular, ni siquiera convocado específicamente por nadie, apenas un poco de pólvora que se regó por casi toda la Isla de manera sorpresiva y sorprendente. Llevamos meses sobre un volcán, y en algún momento tenía que hacer erupción.

Desde fuera de Cuba algunos quieren más días gloriosos como ese, pero la brutal represión sufrida por muchos de los manifestantes, sobre todo los que se erigieron en líderes momentáneos, tiene a la mayoría en sus casas.

Entonces, a esos que desde fuera demandan acción, yo, como cubano de a pie, les pido que concentren sus esfuerzos en tratar de garantizar que se puedan repetir las manifestaciones sin violencia.

¿Cómo se logra eso? Con presión internacional, como mismo se hizo para terminar en Sudáfrica con el régimen del Apartheid, o para forzar a Pinochet a realizar un plebiscito. Fue una tarea colosal que requirió años, pero es la única vía.

Los dirigentes de este país tienen que sentirse solos, censurados hasta por sus compinches, para permitir a los cubanos las libertades que por derecho tienen. No hay otra manera, de forma voluntaria no van a dejar el poder, y la vía militar tampoco llegará nunca, porque nadie se atreverá.

Entonces los esfuerzos deben multiplicarse en la esfera diplomática. La presión de la comunidad cubana en el exterior, que es bien fuerte y determinante, tanto cuantitativa como cualitativamente, no puede parar. No esperen más protestas que solo traerán más golpizas y añadirán mártires a nuestro pabellón.

El bloqueo está finalmente jugando su papel de darle a los dictadores donde más les duele, pero no es suficiente. Ahora, que cada vez tienen menos aliados, hay que seguir cerrando el cerco y llegar hasta la misma ONU. La Comisión de Derechos Humanos tiene que tomar cartas en el asunto y entrar a Cuba en misión de inspección, para velar que todos puedan expresarse libremente.

Por supuesto que eso lo tratarán de evitar a toda costa los que viven del sudor de este pueblo, pero la presión internacional tiene que fortalecerse, así se logró antes en otros lugares, y así será aquí también si la lucha continúa.

Foto: Juan Suárez

Las medidas de la Administración Biden para sancionar a miembros de las fuerzas policiales no sirven de nada. Esos adultos mayores, para decirlo de manera educada, no tienen ningún interés en visitar Estados Unidos ni tienen cuentas en el exterior con sus nombres, son mucho más astutos que eso. Si se va a emitir un castigo como ese, tiene que llegar a hijos, nietos, sobrinos y todo el que tenga algún lazo familiar con cada uno de ellos. A esos sí les duele que no los dejen viajar.

Quienes estamos aquí seguiremos con la resistencia pacífica, y de vez en cuando saldremos de nuevo a las calles, pero no puede ser ese el resorte que mueva la acción fuera de fronteras. Es momento de que la dictadura pague definitivamente por haberlos empujado al exilio, y tarde o temprano se lamentarán de haberlo hecho, porque serán ellos mismos los que fuercen el cambio.

Desde dentro es prácticamente imposible cuando se trata de ciudadanos desarmados contra un estado totalitario y dispuesto a todo, como repite su líder.

Intentar, porque no creo que lo logren, garantizar Internet para todos los cubanos tampoco resuelve el problema. Claro que es una contribución, y no menor, sobre todo, porque permitiría a muchos abrir los ojos, y puede abrir también los ojos del mundo gracias al única arma que poseen los cubanos actualmente: el celular.

Desde aquí seguiremos documentando cada atropello, cada desaparecido, secuestrado y golpeado, aunque en el Noticiero de Televisión el inepto de turno diga que basta con preguntar por alguien en una comisaría o presentar un Habeas Corpus para saber dónde está cada cual.

Gracias a Internet se destruye cada una de esas mentiras, porque cada madre, hermana o esposa no tiene miedo de denunciar lo que sucede con sus seres queridos, pero para ser escuchados todos es necesario que nadie se sienta amenazado, y eso solamente se consigue cuando terceros velen por el mantenimiento del orden.

No es gratuito que este Gobierno se haya negado a firmar una y otra vez los tratados de Derechos Humanos que promueve la ONU. Al no reconocer a sus entidades, no tiene la obligación de permitirles entrar al país, pero el mundo tiene que presionar para que esto suceda.

Sin una sola pistola, los organismos internacionales tienen que mediar para que la sociedad cubana pueda expresarse libremente. Vivimos en una isla, y este país no puede mantenerse sin el apoyo exterior. Si ese apoyo se elimina, o se condiciona a elecciones libres, por ejemplo, se podrá ganar la batalla.

Soy enemigo de la violencia, pero si fuera necesario no la rehúyo. Lo que pasa es que en una situación como esta no me parece aconsejable, porque no competimos en igualdad de condiciones. Ningún país va a intervenir militarmente en Cuba, eso téngalo claro todo el mundo, porque nunca pasó antes en otros lugares donde hubo miles de muertos, y no pasará aquí.

Por tanto, la guerra hay que ganarla en el cabildeo, con la diplomacia, pero con mano dura. Por las buenas o por las malas tienen que entender que este pueblo quiere un cambio radical, no cuatro decretos para potenciar al trabajador por cuenta propia o la tolerancia aduanal.

Desde aquí debemos seguir con la resistencia pacífica, y desde fuera no parar de tocar puertas y mostrar evidencias para que nadie quede impasible. Solo la presión internacional forzará el cambio.

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2 thoughts on “El mundo no puede darle la espalda a Cuba

  • “Soy un hombre leal y jamás olvidaré que en los momentos más sombríos de nuestra patria, en la lucha contra el apartheid, Fidel Castro estuvo a nuestro lado”. Nelson Mandela. Este fue el motivo por el cual Obama estrecho la mano de Raul Castro en los funerales de Mandela. Podran los cubanos recibir apoyo internacional como el de la lucha contra el apartheid?
    “Mis condolencias al Presidente Raúl Castro por la muerte de Fidel, un líder por la dignidad y la justicia social en Cuba y América Latina.” Michelle Bachelet, chilena, actualmente alta comisionadade la Onu para los Derechos Humanos. Podran los cubanos recibir el apoyo internacional como lo recibieron los chilenos contra Pinochet?
    Lo dudo muchisimo.
    Por cuantos anos podran sobrevivir los cubanos gracias a la solidaridad ante la emergencia sanitaria y la emergencia alimentaria?

    Cuba durante el sovietismo llego a tener el ejercito mas numeroso de America Latina, apoyo militarmente todos los “Movimientos de Liberacion Nacional” del continente, mantuvo durante 30 anos su ejercito en guerras en Africa. Despues de la caida de la URSS hizo una CONVERSION PACIFISTA, ahora envia medicos en todo el mundo, fue la sede de las Negociaciones de Paz en Colombia, ha recibido 3 Papas, mantiene un dialogo politico y comercial con la UE, recibe inversiones y creditos de la UE. Quien en el mundo puede apoyar a los cubanos en su lucha contra un gobierno ejemplo de PACIFISMO para todo el mundo?

  • Totalmente de acuerdo, el gobierno no va a salir por las buenas, y por las malas es muy difícil porque tienen la fuerza, que es mucha. Si se logra el derecho a manifestarse pacíficamente entonces sí puede ocurrir un cambio, si la gente sale y se sienta en el suelo en un parque, no tendrán el valor de reprimirlos, esa es la vía. Sí creo que Cuba ha cambiado, ya no es la misma, cada día son más los que se pronuncian por cambios democráticos. A largo plazo veo el cambio el día que muera Raúl (el último símbolo) y quizás con el sucesor de Diaz-Canel, que ha sido un presidente de transición. Así fue en la URSS, hubo una transición en la jerarquía.

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