¿A cuál izquierda usted pertenece?

Manuel Castro Rodríguez*

Carnicería en La Habana. Foto: Juan Suárez
Carnicería en La Habana. Foto: Juan Suárez

HAVANA TIMES — La izquierda es conocida por sus luchas destinadas a lograr una sociedad más justa, donde se satisfagan plenamente los derechos sociales básicos -alimentación, salud, educación, vivienda y empleo-, y se elimine todo tipo de discriminación o exclusión. Además, históricamente la izquierda se ha caracterizado por solidarizarse con los oprimidos.

Sin embargo, la mayor parte de la izquierda iberoamericana tiene un discurso sobre Cuba limitado a la solidaridad con el régimen, mostrándose sorda y ciega ante las denuncias irrefutables que se han hecho.

Pero, ¿se puede calificar de izquierda a quien tiene un comportamiento que es la negación de la propia naturaleza de la izquierda? Como expresa Canek Sánchez Guevara, nieto mayor de Ernesto ‘Che’ Guevara: “El sistema político cubano se ha comportado como una monarquía y no sé por qué se le sigue llamando socialismo”.

Llegué a Panamá el 10 de agosto de 2001. Al poco tiempo ya estaba luchando contra lo mal hecho, combatiendo las injusticias perpetradas por los poderes político y económico: he participado en vigilias y marchas de protesta, hablado en programas radiales y escrito columnas de opinión en Kaos en la Red y en diarios panameños –llegué a tener una columna semanal, a la cual renuncié cuando los nuevos dueños me editaron un artículo.

En 2007, asesoré a los médicos cuando hicieron una huelga que duró tres meses; elaboré la propuesta y participé en las reuniones con la ministra de Salud y el director de la Caja de Seguro Social.

Mi primer contratiempo con la Embajada de Cuba ocurrió cuando empezaron a usar médicos cubanos como rompehuelgas, por lo que le envié un extenso correo a la Primera Secretaria con copia a Julio Manduley –sobrino de Celia Sánchez Manduley-, protestando por tal hecho: “¿El pueblo cubano se sacrifica para que los médicos cubanos sean utilizados como rompehuelgas? Sería la mayor afrenta que Cuba le podría hacer al pueblo panameño, además de que sería una gran afrenta a la memoria de José Martí”. Mi protesta dio resultado: dejaron de usar a los médicos cubanos como rompehuelgas.

Soy un profesor non grato en el sistema educativo panameño, porque denuncio la pésima calidad de las universidades panameñas, que están entre las peores del mundo. Los profesores panameños que se autodenominan de izquierda guardan silencio cómplice, porque son amigos del rector de la Universidad de Panamá, Gustavo García de Paredes –se le llama el Rector Eterno porque lleva quince años en el cargo, para lo cual ha violado la ley.

A esos profesores los he agrupado en la expresión ‘izquierda’ adocenada, dado que su comportamiento es la negación de la propia esencia de la izquierda. Esos profesores idolatran a los hermanos Castro, a pesar de los múltiples documentos –incluyendo vídeos- que les he mostrado. Comprendo que pueda existir ignorancia, pero no que se ignore la verdad.

Como expresó Haroldo Dilla Alfonso: “A la muerte física de Zapata sucedió un segundo asesinato: una avalancha de difamaciones organizada por el gobierno cubano. Utilizando para ello a algunos intelectuales devaluados del patio y a la red de voceros estalinistas que medran en la izquierda mundial, han dicho que la víctima era un preso común (…)”.

Aunque mantuve informada a la ‘izquierda’ adocenada panameña sobre todo lo que estaba ocurriendo con Zapata –de hecho fue la crónica de una muerte anunciada-, la mayoría se prestó servilmente a firmar un documento calumniando a Zapata.

La senadora Isabel Allende –hija del presidente Salvador Allende- demostró ser de izquierda: respaldó la declaración de los diputados de su partido en que se le solicitó al régimen cubano que liberara a los presos políticos. La senadora Allende declaró: “Las libertades de opinión, asociación y reunión fueron libertades por las que en el PS luchamos y seguiremos luchando siempre. Ojalá que efectivamente haya una reacción por parte de las autoridades cubanas y comprendan que el mundo condena hoy a las sociedades que no respetan el derecho de la libre opinión”.

Dentro de dos semanas, los gobernantes de 33 países de América Latina y el Caribe viajarán a Cuba a reafirmarle el visto bueno al Gobierno del único país del hemisferio occidental donde es ilegal ser opositor. ¿No es una ironía que la Cumbre de La Habana sea dedicada a cómo erradicar la pobreza? El profesor marxista argentino Guillermo Almeyra reconoció que en la década del cincuenta Cuba “era el segundo en desarrollo después de la Argentina”.

Ahora el cineasta marxista cubano Eduardo del Llano señala que: “La gente no da limosnas sólo porque su corazón se haya endurecido, sino porque lo que lo separa del indigente es apenas que uno de los dos está tumbado y el otro de pie. Eso en una Habana que parece un suburbio de sí misma, donde cada vez hay más barrios y manzanas con el espíritu y la traza de pueblos de campo. De hecho, es como si todo el país, harapiento y resudado, viviera en un portal, tapándose con un Granma y con una botella de ron casero al alcance de la mano”. Véanse los vídeos sobre la destrucción física y antropológica de Cuba: http://profesorcastro.jimdo.com/destruir-un-pa%C3%ADs/

Hago mías las palabras del escritor español Antonio Muñoz Molina, premio Príncipe de Asturias, cuando expresa: “Estoy en contra de la dictadura de Castro no a pesar de que soy de izquierdas, sino porque lo soy; ser de izquierdas no me parece que sea alabar a un tirano”.
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(*) Profesor cubano radicado en Panamá.

2 thoughts on “¿A cuál izquierda usted pertenece?

  • Yo tengo una pregunta ; Enviar durante 30 anos a los adolescentes a trabajar en el campo todo el ano -? Fue conciente o inconcientemente un acto de rompehuelga ? . Porque me parece que tuvo que haber devaluado y liquidado el trabajo jornalero en el campo. Es mi impresion . Me gustaria conocer otras opiniones.

  • Existe una verdadera izquierda que se solidariza con los más desfavorecidos y perseguidos, sean Mandela o Zapata. Y hay una pseudoizquierda que se solidariza con los gobiernos que dicen que apoyan a los más desfavorecidos y perseguidos.

    En Latinoamerica abunda esa pseudoizquierda que se solidariza con los gobiernos en lugar de con los pueblos. Así van las cosas cuando se defienden los gobiernos en lugar de los derechos y las libertades.

    Esto se puede explicar muy bien con un intercambio que tuve con Paquito el de Cuba, un homosexual cubano revolucionario. Le objeté que no se podía apoyar a un gobierno como el de Irán que ahorca a los homosexuales.

    Respuesta: No se pueden segmentar intereses.

    Pues ahí está el problema: para defender a los más desfavorecidos hay que segmentar intereses. Mejor dicho: hay que olvidarse de los intereses.

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