¿Vuelve el fantasma de los apagones a Cuba?

Por Guillermo Nova

Apagón en La Habana. Foto: sputnik news
Apagón en La Habana. Foto/archivo: sputnik news

HAVANA TIMES — Escuchar la palabra apagón es traumático para la población cubana y pronunciarla un tabú para la mayoría de los dirigentes. La actual crisis política en Venezuela y los recortes de gasto eléctrico en las empresas estatales han hecho volver a la memoria de los cubanos el fantasma de los apagones que vivieron en la década de 1990, reportó dpa.

Esta semana, el ministro de Economía, Marino Murillo, aseguraba que el país presentaba dificultades con “la disponibilidad de los portadores energéticos”. Así evitaba decir cortes eléctricos, pero alertaba que se tendrían que tomar medidas de ahorro energético.

“Las disposiciones para enfrentar la actual situación evitarán los apagones a la población y las afectaciones a los servicios básicos”, prometió Murillo en una reunión de la comisión económica de la Asamblea Nacional.

Las palabras de Murillo intentaban tranquilizar a la población ante la ausencia de información en los medios oficiales sobre la situación energética y confirmaban los comentarios de los últimos días de trabajadores de empresas estatales que habían sido advertidos de recortes eléctricos en sus centros laborales de un 50 por ciento como medida de ahorro.

“No quiero ni pensar en que vuelvan los apagones, con este calor insoportable que tenemos”, dijo a dpa Maydelis, quien no quiso ofrecer su apellido, a la salida de la sede de un Ministerio en una céntrica calle de La Habana

“Desde las siete no hay luz en la casa, dice la compañía eléctrica que es por trabajos de mantenimiento en un poste”, aseguraba un jubilado sentado en un banco de la Avenida Paseo que termina junto al emblemático hotel Meliá Cohiba, que funcionaba con normalidad gracias a su propia planta de generación eléctrica.

A pesar de las preocupaciones de algunos cubanos, los expertos aseguran que la isla está lejos de vivir un nuevo “Período Especial”, como se denominó a la crisis económica de la pasada década de los 90 tras la desintegración de la Unión Soviética.

En aquella ocasión Cuba perdió de la noche a la mañana a su principal suministrador de petróleo y comenzaron en todo el país los apagones eléctricos durante la mayor parte del día.

Atardecer con apagón. Foto: Caridad
Atardecer con apagón. Foto: Caridad

“Este fenómeno de la reducción del combustible, de la reducción de la energía, señores, este país no aguanta otro ’93, otro ’94, si no queremos ver protestas en la calle”, alertó la pasada semana la periodista Karina Marrón, subdirectora del diario “Granma”, órgano oficial del Partido Comunista.

Marrón se refería a las protestas de agosto de 1994 en el Malecón, el tradicional paseo marítimo de La Habana, y que fueron sofocadas gracias a la intervención personal del entonces presidente cubano, Fidel Castro.

“No hay un Fidel para salir al Malecón, o por lo menos hasta ahora no ha habido una figura en este país que le dé la cara a este pueblo para explicarle las cosas como están sucediendo, hoy con esta situación va a ser muy difícil de enfrentar”, afirmó Marrón durante una reunión del Comité Nacional de la Unión de Periodistas de Cuba y ante el primer vicepresidente Miguel Díaz-Canel.

La actual situación socioeconómica en Cuba es más favorable que la de la década de 1990, la economía cubana tiene mercados diversificados y posee sectores con ingresos en divisas como el turismo.

Pero las restricciones se producen en un clima de grandes expectativas creadas entre la población por las posibles mejoras económicas derivadas de la política de deshielo con Estados Unidos.

Las reformas económicas emprendidas por el presidente cubano, Raúl Castro, han significado un aumento del consumo de energía del 30 por ciento en los últimos cinco años debido al incremento de pequeñas empresas, como restaurantes y bares, y al crecimiento del consumo familiar por la compra de nuevos electrodomésticos.

Aunque los detalles de los acuerdos con Venezuela no son de información pública, se estima que actualmente Cuba recibe 90.000 barriles diariamente desde Venezuela a precios ventajosos a cambio de la prestación de servicios médicos cubanos.

Cuando el ministro Murillo habló que a Cuba le afecta negativamente el bajón internacional del precio del petróleo estaba reconociendo, sin decirlo, que una parte del combustible venezolano es revendido por La Habana a terceros países para obtener divisas.  Es decir, Cuba, como en el tiempo de la Unión Sovietica, es un exportador de petróleo aunque no sea producido en el país.

La crisis política que vive el presidente venezolano, Nicolás Maduro, ha generado incertidumbre en La Habana por un posible escenario sin el aliado chavista que podría significar el cierre del grifo petrolero a precios preferenciales.

“El valor de este contrato a precios actuales del petróleo es de aproximadamente 1.300 millones de dólares. Si Cuba pierde este acuerdo tendrían que comprar crudo en los mercados internacionales”, aseguró a dpa Jorge Piñón, profesor de la Universidad de Texas.

La isla es totalmente dependiente energéticamente de los combustibles fósiles, actualmente tan sólo el cuatro por ciento de su producción tiene su origen en energías renovables, señala Piñón, quien además es experto en estudios de energía en la zona del caribe.

Mientras, las autoridades cubanas pretenden conseguir para el año 2030 que el 24 por ciento de la energía se genere de fuentes renovables, pero para ello necesita nuevas infraestructuras y la inversión de empresas extranjeras del sector.

3 thoughts on “¿Vuelve el fantasma de los apagones a Cuba?

  • El fantasma de los apagones ya está.Lo que hay que ver cuántos apagones y de cuantas horas serán en los próximos tres meses o en lo que queda de año, a pesar de las palabras de Marino Murillo: siempre se han hecho promesas que no se cumplen.Esta puede ser una más.

  • Aclarar que los apagones eran muy seguidos hasta el año 2006 que empeso el tema de la Revolucion Energetica, a partir de ese año fue que empesaron a disminuir, pero siempre ha habido su apagon.

  • El régimen, como otras tantas veces, intenta minimizar con propaganda la pobreza abyecta que se avecina. En el país donde el cólera es solo una “enfermedad diarreica aguda”, el comunismo “el futuro de la humanidad”, donde la “democracia” consiste en mantener en el poder una sangrienta cleptocracia militar… En esa horrorosa farsa orweliana, nada de lo que dicen el gobierno y la prensa, ni siquiera los “expertos” es creíble.
    La única esperanza es que esta sea la gota que colme la ya rebozante copa de paciencia del manso rebaño

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