Trump bloquea negocio de oro venezolano para estadounidenses
HAVANA TIMES – El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó hoy una orden ejecutiva contra la Venezuela de Nicolás Maduro que pone en el punto de mira las exportaciones de oro.
Se trata de un nuevo paso de la Administración de Trump contra el Gobierno de Maduro, al que ya había impuesto previamente tres rondas de sanciones financieras. Además, ha sancionado a más de 50 personas, incluido el propio presidente venezolano.
Sin embargo, Maduro no se ve preocupado y mas bien alega que la economía venezolana está mejorando con sus nuevas medidas.
La orden ejecutiva prohíbe a todo ciudadano estadounidense comerciar con oro exportado de Venezuela, si bien el Departamento del Tesoro aseguró que no actuará contra quienes operan “legítimamente” en el sector. El decreto acusa a Maduro de estar “saqueando” las riquezas de su país con “propósitos corruptos”. Pero de todos modos el oro tiene mercado no solo con estadounidenses.
Trump aumenta así la presión sobre el presidente venezolano pocos días antes de las elecciones legislativas de medio mandato que se celebran el 6 de noviembre en Estados Unidos.
La firma de la orden ejecutiva estuvo acompañada por un duro discurso de su asesor de Seguridad Nacional, John Bolton, en Miami, donde cargó contra Venezuela, Cuba y Nicaragua, calificándolo como “la troika de la tiranía”. Pero en concreto muy poco dijo.
El sureño estado de Florida, donde se encuentra Miami, tiene una importante población de exiliados cubanos, venezolanos y nicaragüenses, muchos de ellos con nacionalidad estadounidense, lo que les permite votar el próximo martes. Tantos venezolanos han llegado en los últimos años allí, que la localidad de Doral ha sido rebautizada informalmente como Doralzuela.
“Se trata de una medida que va a tener un amplio apoyo en Estados Unidos, tanto entre republicanos como demócratas. Nadie se va a oponer el endurecimiento de las sanciones contra un Gobierno tan inhumano”, dijo Michael Shifter, presidente del Diálogo Interamericano, uno de los centros de pensamiento más destacados de Washington. “La gran cuestión sigue siendo si tendrán algún efecto. Hasta ahora, las sanciones no han logrado mucho”, y Maduro ha burlado de ellos.
Trump ha hecho de Venezuela el punto central de su política latinoamericana. Respecto a Cuba, ha revertido parte de la apertura que en su día llevó a cabo el presidente Barack Obama hacia la isla y, aunque no ha llegado a romper las relaciones diplomáticas que retomó el demócrata tras más de 50 años con ellas rotas, sí que las ha enfriado mucho.
En la crisis de Nicaragua, que comenzó a mediados de abril con las protestas contra el presidente Daniel Ortega, Estados Unidos se ha convertido en uno de los países que más presión ejercen sobre el exguerrillero sandinista, aunque poco ha pasado de los discursos a los hechos.
La orden ejecutiva de hoy contra la Venezuela de Maduro está dirigida contra la “corrupción” en el Gobierno chavista, que el Departamento del Tesoro calificó hoy de “rampante”.
“Continúa exacerbando la crisis económica y humanitaria que aflige al pueblo venezolano”, indicó. El decreto abre la puerta además a que el Tesoro pueda tomar acciones en el futuro contra otros sectores industriales y económicos venezolanos.
El sector del oro venezolano lleva un tiempo bajo análisis por parte de Estados Unidos, cuya administración ha apuntado en alguna ocasión que muchas de las minas de las que se extrae están controladas por bandas criminales.
Las últimas sanciones impuestas por la Administración Trump a Venezuela tuvieron lugar en septiembre, acompañando el discurso del mandatario ante la Asamblea General de la ONU, donde pidió ayuda para “la restauración de la democracia” en el país.
“Todos los países del mundo deben oponer resistencia al socialismo y a la miseria que trae consigo”, proclamó Trump allí. Entre los seis sancionados ese día, estuvieron la mujer de Maduro, Cilia Flores; el ministro de Defensa, Vladimir Padrino López; la vicepresidenta Delcy Rodríguez; y el ministro de Comunicación y ex vicepresidente, Jorge Rodríguez.