Raúl Castro se reúne con congresistas de Estados Unidos

Raúl Castro con congresistas de Estados Unidos el martes 20 de febrero, 2018. Foto: granma.cu

HAVANA TIMES – El presidente cubano, Raúl Castro, recibió el martes a una delegación de congresistas de Estados Unidos que visitan la isla para tratar los supuestos ataques sufridos por diplomáticos estadounidenses destinados en La Habana, reportó dpa.

La delegación estuvo encabezada por el senador demócrata por Vermont, Patrick Leahy, uno de los mayores defensores de la política de acercamiento entre Cuba y Estados Unidos.

El encuentro se realizó a puerta cerrada en una sala de protocolo del emblemático Palacio de la Revolución y también participó Bruno Rodríguez, el Ministro de Relaciones Exteriores de Cuba.

Durante el encuentro dialogaron “sobre asuntos de interés para ambos países”, según la nota oficial leída en la televisión estatal que ofreció imágenes del encuentro, aunque no dio más detalles de la reunión.

También integraron la delegación los senadores Ron Wyden, Oregon, y Gary Peters, Michigan, y los representantes Jim McGovern, por Massachusetts y Susan Davis por California.

Previamente, la delegación también se había reunido con el nuevo director de Estados Unidos de la Cancillería cubana, Carlos Fernández de Cossío, quien consideró el encuentro como “constructivo y sincero”.

La visita a la isla comenzó el fin de semana y la agenda de los congresistas incluyó también reuniones con pequeños empresarios, expertos del sector educativo y el biotecnológico. El viaje concluye este miércoles con una rueda de prensa. 

Desde la llegada a la Casa Blanca de Donald Trump, Washington y La Habana pasan por uno de sus momentos más tensos después que el Gobierno de Estados Unidos acusase al cubano por no haber protegido a sus diplomáticos que sufrieron unos misteriosos ataques que les provocaron sordera, mareos y nauseas, entre otros síntomas.

La crisis significó que Estados Unidos expulsase a un grupo de diplomáticos cubanos que trabajaban en Washington y que sacase a más de la mitad de su personal en La Habana.

El Gobierno cubano negó las acusaciones y se ofreció a colaborar en las investigaciones incluso permitiendo la entrada en el país a un equipo del FBI.