Obispo Báez denuncia campaña de “persecución religiosa” en Nicaragua

Silvio Báez.  Foto: Franklin Villavicencio / Confidencial

HAVANA TIMES – El obispo auxiliar de la capital de Nicaragua, monseñor Silvio Báez, denunció hoy una “persecución religiosa” contra la Iglesia católica, al condenar un episodio de asedio y agresión verbal a su colega Rolando Álvarez por parte de presuntos activistas del Gobierno, reportó dpa.

“Las amenazas, agresiones verbales, injurias y espionaje contra la Iglesia Católica de Nicaragua no son parte de una persecución política sino ‘religiosa'”, escribió en su cuenta de Twitter el obispo, una de las voces más críticas contra el presidente Daniel Ortega en la Conferencia Episcopal.

Aunque no responsabilizó explícitamente al Gobierno por la persecución, señaló que “los injustos se sienten incómodos cuando la fe se vuelve profética y liberadora”.

Báez condenó en otro tuit el incidente ocurrido el domingo, cuando el obispo de Matagalpa (norte), monseñor Rolando Álvarez, fue asediado por elementos del Gobierno conocidos como “turbas” luego de que su vehículo fuera detenido por la Policía Nacional en una carretera norteña.

Un video transmitido por el canal 100% Noticias (privado) mostró al sacerdote rodeado por personas que le gritaban “asesino”, “terrorista”, “delincuente” y “golpista”. Varios efectivos de la Policía rodearon la camioneta de Álvarez pero no desalojaron a los agresores del lugar.

Álvarez y Báez son parte de una comisión de mediación de la Conferencia Episcopal en el diálogo nacional entre Ortega y la opositora Alianza Cívica, que se inició en mayo para resolver la crisis que sacude al país y quedó suspendido en julio.

Las agresiones contra los obispos aumentaron después de que Ortega descartó volver al diálogo y los acusó públicamente de “apoyar a los terroristas y golpistas”, en alusión a los opositores que iniciaron protestas en abril pasado.

El cardenal Leopoldo Brenes, presidente de la Conferencia Episcopal y arzobispo de Managua, insistió en la urgencia de reanudar el diálogo.

“Sabemos que toda discusión, desavenencia que se da, no permanece para siempre. Hay un momento dado en que uno se sienta a platicar”, dijo el prelado a periodistas ayer domingo.

Brenes advirtió que en el país existe “una tensa normalidad, porque todavía en las noches la gente no está saliendo como acostumbraba hacerlo” debido a la inseguridad en el país.

“En algunas comunidades me han dicho que todavía hay personas que están encapuchadas”, agregó en alusión a los grupos paramilitares que actúan junto a policías en redadas de manifestantes opositores.

La crisis comenzó el 18 de abril con una protesta de universitarios y se agravó tras la violenta acción de la Policía y paramilitares que dejó por lo menos 330 muertos y más de 2.500 heridos y centenares de detenidos y desaparecidos, según ONGs de derechos humanos. El Gobierno registra 198 muertes.