Leopoldo López, opositor venezolano, sentenciado a más de 13 años de cárcel.

Por Néstor Rojas Mavares (dpa)

Leopoldo López. Foto: eluniversal.com
Leopoldo López. Foto: eluniversal.com

HAVANA TIMES — El dirigente político venezolano Leopoldo López alargó su reputación de opositor incómodo al gobierno venezolano, tras ser condenado hoy a 13 años, nueve meses y siete días de cárcel por instigar las protestas del año pasado contra el presidente Nicolás Maduro.

El líder fundador del partido Voluntad Popular ya cumplió año y medio preso, antes fue inhabilitado para ejercer cualquier cargo público hasta 2017 y ahora la condena penal coloca su proyecto político en el congelador.

López, de 44 años, es el opositor más relevante acusado de haber instigado las protestas de 2014 contra el gobierno, las cuales se prolongaron entre febrero y mayo y dejaron 43 muertos y más de 800 heridos.

Maduro lo responsabilizó de un supuesto plan para derrocarlo y le colgó la etiqueta de “monstruo de Ramo Verde”, por la cárcel militar donde está recluido.

En febrero de 2014, después de una protesta que derivó en violencia en la Fiscalía General, se entregó a las autoridades para hacerle frente a las acusaciones y desde entonces está preso en Ramo Verde, en la ciudad vecina de Los Teques.

Es un abogado con estudios de economía, que ejerció en dos mandatos, entre 2000 y 2008, como alcalde del municipio residencial de Chacao, en el área metropolitana de Caracas, y ha expresado sus intenciones de competir por la presidencia.

Estudió economía y políticas públicas en Estados Unidos. Entre
1996 y 1999 trabajó como analista de la coordinación de planificación de la empresa petrolera estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA).

Su carrera política la empezó con el partido de centro derecha Primero Justicia y hace seis años fundó Voluntad Popular, de centro izquierda, que en poco tiempo ganó espacios electorales en distintas regiones del país.

En 2008, cuando tenía previsto presentar su candidatura a la alcaldía metropolitana de Caracas, con el favoritismo de las encuestas, fue inhabilitado por nueve años por un supuesto manejo irregular en el presupuesto de la alcaldía de Chacao, caso que llevó a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.

La Corte Interamericana emitió un fallo a su favor, que exhortaba al gobierno a levantarle la inhabilitación, pero el fallecido mandatario Hugo Chávez se negó a acatar la sentencia y, en su lugar, anunció la salida del país del sistema interamericano.

El caso doble de inhabilitación comprendía también una donación de la petrolera estatal PDVSA, a través de su madre Antonieta Mendoza, ex gerente de la compañía, que fue usada para la fundación de Primero Justicia y que la Contraloría General consideró irregular.

Debido a que el gobierno no acató el veredicto de la Corte IDH renunció a las primarias presidenciales opositoras de 2012, ganadas por el líder Henrique Capriles, quien fue candidato en dos elecciones sucesivas, en la primera de las cuales López fue jefe de campaña.

López protagonizó a comienzos de 2014 una táctica política que llamó la “salida”, que llamaba al pueblo a expresar su descontento en la calle contra el gobierno ante las dificultades económicas, agudizadas por la escasez en los mercados y la inflación galopante.

Aunque sus llamados solían aclarar que se trataba de protestas pacíficas, amparadas en la Constitución, el gobierno lo responsabilizó de la violencia en las manifestaciones.

Junto con la ex diputada María Corina Machado y el alcalde metropolitano de Caracas, Antonio Ledezma, preso también por cargos de rebelión, firmó un documento público en 2014 sobre una transición política para la salida de la revolución bolivariana, lo que incrementó el mal humor del gobierno.

López fue acusado de haber llevado su discurso violento a la Fiscalía General de Venezuela el 12 de febrero de 2014, cuando una marcha opositora derivó en violencia.

Ese día murieron tres personas y por los hechos están siendo investigados agentes de seguridad que fueron grabados en los tumultos disparando. Sin embargo, López fue acusado de instigar los hechos.

Seis días después, se entregó a las autoridades para enfrentar un juicio que sus abogados calificaron de irregular, mientras Maduro llamaba públicamente a aplicarle una condena ejemplar.

“Si mi encarcelamiento vale para el despertar del pueblo, para que Venezuela despierte definitivamente, pues bien valdrá la pena”, exclamó López el día de su entrega.

La alianza opositora Mesa de Unidad Democrática (MUD) calificó el juicio de “injusto”, afirmando que se “ha convertido en uno de los más grandes flagrantes atropellos contra la justicia, la libertad y los derechos humanos en Venezuela y el mundo”.

A lo largo de su reclusión, varios ex presidentes, incluyendo al español Felipe González, intentaron visitarlo en Ramo Verde, pero fueron impedidos por las autoridades.

López está casado con la activista Lilian Tintori. Tienen dos hijos.