Elecciones éste domingo en Argentina

Argentina decide si abre una nueva etapa en histórica segunda vuelta

HAVANA TIMES (dpa) — Argentina celebrará mañana por primera vez en su historia una segunda vuelta para elegir entre el favorito opositor Mauricio Macri y el oficialista Daniel Scioli al nuevo presidente que sucederá a Cristina Fernández y pondrá fin a la era kirchnerista que durante doce años gobernó el país sudamericano.

Macri, de 56 años y candidato del frente opositor Cambiemos, lidera los sondeos de intención de voto de las consultoras, pero aún deben develarse algunas incógnitas que podrían variar el resultado, como por ejemplo cómo sufragará el aún alto porcentaje de indecisos que se registra y cuán alto será el nivel de participación ciudadana en la votación obligatoria.

El postulante del Frente para la Victoria (FpV) gobernante, de 58 años, apuesta en tanto a recuperar el apoyo que perdió en la provincia de Buenos Aires, el distrito que gobierna desde 2007 y es el principal bastión político del peronismo. El FpV perdió la elección a gobernador bonaerense a manos de Cambiemos y por primera vez en 28 años, la estratégica provincia no estará dirigida por el peronismo.

Unos 32 millones de ciudadanos fueron convocados mañana a las urnas, que cerrarán a las 18:00 horas (21:00 GMT).

Después del papelón en las elecciones generales del 25 de octubre, cuando se demoró más de seis horas la difusión de los primeros resultados y cuando se hicieron públicos ya contaban con más del 60 por ciento de las mesas de votación escrutadas, en medio de la enorme incertidumbre que reinaba por si habría un ganador aquel día o si se realizaría una segunda vuelta, la Dirección Nacional Electoral anunció que a partir de las 19:30 comenzarán a difundirse los resultados.

Se estima que unas cuatro horas después se podrá contar con una tendencia firme.

La campaña electoral estuvo signada por la opción entre “la continuidad y el cambio”.

El oficialista se postuló como el candidato que garantiza la “gobernabilidad” por el apoyo con que contaría del peronismo, y se pronunció a favor de mantener las políticas de Fernández de Kirchner pero “cambiar lo que haya que cambiar”. No logró sin embargo despegarse lo suficiente de la imagen de la presidenta, que genera una alta resistencia entre independientes y peronistas disidentes, el sector que Scioli necesita seducir para ganar en segunda vuelta.

El postulante del FpV obtuvo en octubre una ajustada ventaja sobre Macri que lo debilitó con vistas a la segunda vuelta. El ex campeón mundial de motonáutica dejó de lado su característica imagen afable y optimista y optó por lanzar una agresiva estrategia centrada en alertar sobre el supuesto ajuste económico que podría implementar el alcalde de la capital desde 2007 y líder del partido de centroderecha PRO.

El candidato opositor, empresario y ex presidente del popular club de fútbol Boca Juniors, evitó ingresar en la polémica, aunque tampoco dio pistas claras de cuál sería su política económica, y optó por centrarse en su propuesta de cambio y diálogo.

El próximo presidente asumirá el 10 de diciembre y sea cual sea su color político, deberá negociar con un Congreso en que ningún bloque tendrá mayoría propia en la Cámara de Diputados, mientras que el FpV y sus aliados contarán con quórum propio en el Senado.

Macri anticipó que su primera medida en caso de ganar será convocar a un pacto de gobernabilidad, decidido a poner fin con la opinión de algunos de que un presidente no peronista no puede terminar bien su mandato, tras las experiencias de los radicales Raúl Alfonsín (1983-1989) y Fernando de la Rúa (1999-2001).

Las elecciones marcan el fin de una época en Argentina que inició Néstor Kirchner (2003-2007), fallecido en 2010, y continuó su esposa y sucesora Cristina Fernández (2007-2011 y 2011-2015).

La mandataria, de 62 años, no pudo postularse a un tercer mandato consecutivo, prohibido por la Constitución, y decidió no aspirar a ningún otro puesto público.

A partir del 10 de diciembre quedará fuera de un cargo electivo por primera vez desde 1989, año en que asumió como legisladora provincial en la austral provincia de Santa Cruz, donde el matrimonio Kirchner construyó su carrera política. Luego fue diputada y senadora nacional.

Fernández de Kirchner dejará una herencia compleja a su sucesor, con una economía estancada, alta inflación de dos dígitos y estrictas restricciones a las operaciones con divisas que generó un mercado ilegal.

Macri se comprometió a levantar el denominado “cepo” al dólar, lo que desató especulaciones sobre una devaluación del peso, mientras varios sectores productivos en crisis reclaman soluciones urgentes. La sobrevaluación de la moneda nacional y la recesión en Brasil frenaron las exportaciones.

Sin acceso a los mercados financieros internacionales, el nuevo presidente deberá salir a buscar inversiones y recursos para incrementar las exiguas reservas de divisas del Banco Central y enfrentar el multimillonario litigio de fondos especulativos de inversión en la Justicia estadounidense por el pago de bonos en cesación de pagos desde 2002.