Nicaragua: El matrimonio Ortega-Murillo investido por cinco años mas

La pareja presidencial, Rosario Murillo y Daniel Ortega. Foto: el19digital.com

HAVANA TIMES – El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, asumió el martes nuevamente el máximo cargo de Gobierno para un nuevo mandato de cinco años, tras diez años en el poder y después de ser reelegido en los comicios del 6 de noviembre pasado, reportó dpa.

En un acto en la plaza de la Revolución, en el viejo centro de Managua, también asumió la vicepresidencia la vocera oficial y primera dama, Rosario Murillo, quien juró cumplir su misión “con el poder de Dios”, encomendándose a él y al pueblo. Murillo es considera la figura principal del gobierno y es su único vocero.

La juramentación de los políticos estuvo a cargo del sindicalista/oficialista Gustavo Porras, que el lunes fue ungido presidente del Parlamento, donde el gobernante Frente Sandinista ocupa 73 curules y tiene aliados en las restantes 18, ya que fue anulado la participación de la oposición en las elecciones.

Vestido de negro, mientras Murillo lucía un vestido holgado y estampado en tonos rojizos, Ortega recibió la banda presidencial. Más tarde caminó sobre la tarima y le pidió la bendición a su amigo el cardenal católico Miguel Obando, otrora archienemigo de los sandinistas.

Ortega, de 71 años, fue presidente entre 1985 y 1990, durante la revolución sandinista, y volvió al poder en 2007. Fue reelegido en 2011 y nuevamente el pasado 6 de noviembre, en unos comicios celebrado sin observadores independientes.

La principal coalición opositora, que fue excluida de las elecciones, calificó los comicios como “una farsa” y ha pedido la intervención de la Organización de Estados Americanos (OEA), a través del secretario general, Luis Almagro, para anularlos y convocar otra elección.

Ortega tomó posesión ante miles de jóvenes activistas del Gobierno sentados en sillas dispuestas ordenadamente en la inmensa e iluminada plaza, donde en 1979 ingresaron las guerrillas sandinistas que derrocaron al dictador Anastasio Somoza.

En un discurso de casi dos horas, recordó las guerras que sufrió el país desde 1856, apoyadas por distintos gobiernos de Estados Unidos, y dijo que “no pierde las esperanzas” de que Washington pague una indemnización ordenada en 1987 por la Corte de la Haya, y que Managua calculó entonces en 17.000 millones de dólares.

Afirmó que su regreso al Gobierno hace 10 años permitió “sentar bases de confianza para reconstruir Nicaragua” mediante una alianza entre el Gobierno, el gran capital y las fuerzas armadas, que prometió afianzar en los próximos años.

Ortega también recordó el apoyo de Cuba a la revolución de los años de 1980 y la millonaria ayuda financiera que le ha dado Venezuela desde 2007, y que continúa hasta hoy con el suministro de grandes cantidades de crudo en condiciones preferenciales.

A la ceremonia asistieron cinco presidentes: Nicolás Maduro (Venezuela), Evo Morales (Bolivia), Tsai Ing-wen (Taiwan), Salvador Sánchez Cerén (El Salvador) y Juan Orlando Hernández (Honduras). También estuvo presente el primer vicepresidente de Cuba, Miguel Diaz-Canel.

La presidenta de Taiwan, que ofreció redoblar el comercio y la cooperación financiera con Nicaragua, llegó a Managua procedente de Honduras, como parte de una gira centroamericana que a partir de mañana la llevará a Guatemala y a El Salvador.

Apenas horas antes de la investidura presidencial, líderes opositores se reunieron en un cementerio de Managua para recordar al periodista Pedro Joaquín Chamorro, asesinado el 10 de enero de 1978 por presuntos sicarios de la dictadura de Anastasio Somoza.

“Han pasado 39 años del asesinato de mi padre y encontramos hoy una situación bastante parecida, incierta, donde se reinaugura un gobierno sentado sobre la ilegalidad”, dijo Cristiana Chamorro Barrios, hija del legendario director del diario “La Prensa”.

Mientras tanto, unos 2.000 campesinos marcharon en el sur del país para exigir la suspensión del proyecto de canal interoceánico, por considerar que amenaza al medio ambiente y a miles de pobladores que serían expropiados en esa región.

“Estamos diciendo una vez más que exigimos la derogación de la ley 840 (…) los campesinos merecemos vivir en nuestras tierras que Daniel Ortega nos quiere quitar”, afirmó Francisca Ramírez, líder del Consejo de Defensa de la Tierra, Lago y Soberanía, un movimiento campesino que se opone al canal.