Cuba y EEUU hablan de migración

en medio de sospechas por armas

Por Silvia Ayuso

Josefina Vidal representó a Cuba.
Josefina Vidal representó a Cuba en las conversaciones migratorias.

HAVANA TIMES (dpa) — Estados Unidos y Cuba retomaron hoy en Washington las conversaciones migratorias pese a que la incautación en Panamá de un barco con destino a Corea del Norte con armamento procedente de la isla ha vuelto a poner un velo de desconfianza sobre La Habana, reavivando las voces de quienes ven estas citas técnicas como un acercamiento hacia el gobierno de Raúl Castro.

El encuentro, el primero tras más de dos años de interrupción de estas reuniones regulares, estuvo presidido por el subsecretario adjunto en funciones de la Oficina de Asuntos Hemisféricos, Alex Lee, y por la directora de Estados Unidos del Ministerio de Exteriores de Cuba, Josefina Vidal.

La delegación cubana se apresuró a destacar en un comunicado el “clima respetuoso” en que se produjo el encuentro.

El Departamento de Estado por su parte resaltó que en la reunión, pese a que estaba centrada en temas migratorios, “reiteró su llamamiento para la liberación inmediata de Alan Gross”, cuyo encarcelamiento en La Habana se ha convertido en los últimos años en el principal obstáculo para un acercamiento, por tímido que sea, entre la isla y el país norteamericano.

De acuerdo con el comunicado cubano, que no menciona esta cuestión, durante la reunión “se revisó la marcha de los acuerdos migratorios vigentes entre los dos países”.

Asimismo en la cita, que se produce un mes después de que también se reanudaran las conversaciones bilaterales para restablecer el servicio postal directo interrumpido desde hace más de medio siglo, “se evaluaron los principales resultados de las acciones emprendidas por cada una de las partes y de forma conjunta para enfrentar la emigración ilegal y el tráfico de emigrantes”.

La incautación a comienzos de semana en Panamá de un barco con destino a Corea del Norte con “armamento defensivo obsoleto” procedente de Cuba, según reconoció La Habana el martes, había provocado llamamientos de algunos legisladores para cancelar este encuentro que, aunque el gobierno de Barack Obama califica de técnico, está considerado ampliamente como un gesto cuanto menos de tanteo hacia la isla.

El Departamento de Estado sin embargo se negó a suspender la cita, argumentando, según dijo hoy su portavoz adjunta, Marie Harf, que se trata de un “proceso continuado” importante para Washington porque “una imigración segura va en interés de Estados Unidos”.

Harf ya había descartado que el incidente del barco fuera a hallar un espacio en las conversaciones “muy estructuradas” de hoy, pero adelantó la intención de Washington de pedir una reunión “muy pronto” a La Habana para “discutir con ellos acerca de este barco”, si bien no explicó qué aclaraciones concretas espera de Cuba.

El gobierno de Obama ha subrayado en todo momento que este tipo de encuentros “no representan un cambio significativo en la política estadounidense hacia Cuba”.

Con todo, el hecho de que Washington y La Habana tengan algún tipo de contacto oficial de alto nivel suele ser seguido con la máxima atención, por las grandes implicaciones que pueden tener en materia de un gesto de acercamiento entre dos gobiernos enfrentados desde hace más de medio siglo.

La última ronda de conversaciones migratorias, la cuarta, tuvo lugar en enero de 2011 en La Habana. Después de seis años de pausa, Cuba y Estados Unidos habían reanudado estos contactos tras la llegada a la Casa Blanca de Obama en 2009.

La cita de 2011, sin embargo, se vio ya empañada por el caso de Gross, quien cumple 15 años de cárcel por delitos contra la “independencia” y la “integridad terrritorial” en Cuba, algo que Washington niega.

Hasta la interrupción de estas citas, Cuba había venido buscando un nuevo acuerdo migratorio con Estados Unidos, después del que ya suscribieron en 1994 a raíz de la llamada “crisis de los balseros”, cuando miles de cubanos llegaron a costas norteamericanas a bordo de embarcaciones precarias.

Desde entonces, Estados Unidos se compromete a conceder cada año 20.000 visados a cubanos para facilitar una salida ordenada de la isla, mientras que Cuba acepta de vuelta sin represalias a aquellos que son devueltos por las autoridades estadounidenses.

A comienzos de año entró en Cuba en vigor además una histórica reforma migratoria que flexibiliza los viajes al extranjero para los cubanos.

Con aproximadamente más de 1,5 millones de habitantes de origen cubano, Estados Unidos es el país donde vive la mayor parte del exilio de la isla. La nación norteamericana es también el principal destino para los cubanos que intentan dejar el país.

La delegación cubana indicó hoy que durante su encuentro “ofreció información de interés sobre la actualización de los procedimientos migratorios cubanos y su proceso de implementación”.

Asimsimo, dijo, Cuba “reiteró su disposición a mantener estos intercambios en el futuro”.

Algo que sin embargo bien podría depender de lo que pase en torno al controvertido hallazgo de armamento en el barco, cuyas implicaciones podrían ir mucho más allá de las siempre complicadas relaciones con La Habana.

2 thoughts on “Cuba y EEUU hablan de migración

  • Quiero saber si puedo traer a mi hijo ,su esposa y dos hijos cuando sra residente, mi esposo y yo entramos por el sorteo y tenemos 6 meses aquí.

  • quien se crea que los estados unidos, asi de facil aceptaran ,miles de cubanos que llegaran con visado,esta bien loco.primeramente mexico ya le esta metiendo problemas por eso.mexico le es mucho mas importante a los estados unidos que cuba.lo otro es.quien cree en realidad ,que el cubano es bienvenido en estados unidos?señores seamos realista.no nos quieren y a la primera que puedan vamos al mar.

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