Marcha 43×43 llama a resistencia pacífica por caso 43 estudiantes
HAVANA TIMES (dpa) — Cientos de personas que participaron en una caminata de 195 kilómetros en apoyo a los 43 estudiantes de la escuela normal de Ayotzinapa desaparecidos en el sur de México llamaron hoy a una resistencia civil pacífica.
«Esta lucha tiene que ser de resistencia pacífica, es la forma en que podemos transformar el país», dijo José Alcaraz García, uno de los organizadores, en nombre del «Movimiento 43×43. Ni un desaparecido más» durante un mitin en Ciudad de México.
Alcaraz dijo que la apuesta es por una «salida pacífica, a la lucha de paz, pero de exigencia firme, porque México no quiere violencia. Le decimos al Estado que no nos obligue a usar la violencia».
El mismo externó que los mexicanos han perdido la confianza en los partidos políticos que están podridos, al igual que en la Procuraduría General de la República (PGR).
Alcaraz además dijo no creer en la versión oficial del fiscal Jesús Murillo Karam, de que los 43 estudiantes de la escuela normal rural de Ayotzinapa habrían sido asesinados.
El viernes, Murillo Karam informó que se encontraron restos humanos calcinados al extremo y sin identificar en un basurero y en un río y que, según el testimonio de detenidos, corresponden a los 43 jóvenes desaparecidos.
«El Movimiento 43×43 ha pedido la renuncia de aquel que se cansa» dijo el dirigente social al hacer referencia al fiscal, que dijo que estaba cansado después de que le hicieron varias preguntas durante una conferencia de prensa.
La frase «Ya me cansé de Murillo Karam» ahora es usada para protestar contra la violencia en México.
En el Movimiento 43×43. Ni un paso más» que finalizó hoy en el corazón de la capital mexicana, participan 43 representantes de distintas asociaciones, uno por cada estudiante desaparecido, aunque son 85 las organizaciones que respaldan la movilización.
Alcaraz adivirtió que ante la falta de sensibilidad y transparencia en las investigaciones, no sólo por el caso Ayotzinapa, sino también por el caso Tlatlaya, el gobierno conduce a los diversos grupos a expresar su inconformidad a través de actos vandálicos.
Los hechos de Tlatlaya ocurrieron el 30 de junio en una bodega, en un operativo para rescatar a tres mujeres que estaban supuestamente secuestradas, aunque luego se comprobó que acompañaban al grupo delincuencial involucrado. Una de ellas era madre de una jovencita de 15 años que murió.
La mujer afirmó que sólo una persona había muerto en el tiroteo y que las demás habían sido asesinadas por militares cuando ya se habían rendido, aunque después modificó la versión al señalar que había habido varios muertos en el tiroteo previo.
«Estamos ante una emergencia nacional por la inseguridad que existe, creemos en los pactos ciudadanos construidos para modificar las cosas, no en los pactos cupulares que han demostrado su ineficacia», destacó.
En tanto, jóvenes quemaron un portón de madera del Palacio Nacional tras una manifestación en apoyo a los 43 alumnos desaparecidos el sábado por la noche.
Personal del Estado Mayor Presidencial resguardó luego la puerta con equipos antimotines después de que ésta comenzaba a ceder tras los intentos de los jóvenes de incendiarla con gasolina y golpearla con vallas metálicas.
Durante los incidentes, al menos dos personas resultaron heridas y cinco jóvenes fueron detenidos cuando la policía federal llegó al lugar y arremetió contra los manifestantes.
Antes de los actos vandálicos, los activistas leyeron un comunicado en que expresaban su inconformidad por «la impunidad y la corrupción que predomina en el país», y gritaron consignas como «¡Fuera Peña!» o «¡Fue el Estado!».