Manning, Snowden, Assange; Los 5 cubanos: entre la ley y la ética

Los Cinco cubanos

Vicente  Morín Aguado

HAVANA TIMES — De los cubanos, se conocen sus elevadas condenas, de mi parecer excesivas, deseándoles el fin de su encarcelamiento, injusto en la actualidad.  Manning tal vez cumplirá menos años en el presidio respecto a los oficialmente confirmados, en tanto Snowden vive temporalmente protegido por los rusos, con varias opciones de asilo político. Finalmente Assange parece destinado a tener la embajada ecuatoriana en Londres como cómoda cárcel eterna.

Todos los casos están mediatizados hasta el máximo posible, de acuerdo a sus posibilidades de atraer a los miles de millones de espectadores de nuestro planeta, sin embargo lo esencial y común en ellos es el dilema entre la Ley y la Ética.

Comenzando por mis compatriotas, no caben dudas de que “Los Cinco Héroes” violaron leyes vigentes en los Estados Unidos, dada su condición de espías al servicio de un país que ni siquiera tiene relaciones diplomáticas con el vecino, donde realizaban su arriesgado trabajo. La condena legal, excesiva y amañada según mí ver, es de cualquier manera lógica.

Bradley Manning

Sin embargo, resaltan los motivos, determinados por informar a su país de actividades hostiles, inclusive peligrosas, generadas en una nación cercana y poderosa, obligada igualmente por sus propias leyes a mantener la neutralidad si de exiliados políticos se trata. Es bueno agregar que no pudo demostrarse en el juicio oral que los cinco cubanos ocasionaran daños a la seguridad de los Estados Unidos.

Los héroes de Wiki Leaks clasifican como violadores de las leyes norteamericanas, junto a los reglamentos militares, específicamente en el caso de Manning y Snowden. En cualquier otro estado, Cuba incluida, recibirían fuertes sanciones ante los tribunales militares por la acción realizada.

Edward Snowden

Sin embargo, agregando Assange, al líder de estas filtraciones rápidas que han hecho historia en la red de redes, resalta el esfuerzo ético por mostrarnos la cara oculta del imperio mundial, los métodos de que son capaces los represores, con tal de obtener la victoria a toda costa, sin mediar conceptos morales validados en las leyes de sus países de origen, además de refrendados por los cuerpos legales de la inmensa mayoría de las naciones del mundo.

Escuché decir al Presidente Obama que, respecto al soldado Manning, había en su país otras formas de luchar si era contrario a los métodos usados por las fuerzas armadas en las que él militaba.

Algo de cierto hay en esta idea general del primer presidente negro de la unión americana, si, por ejemplo, recordamos la epopeya de Martin Luther King, aunque el asunto es muy conceptual, tratándose de la controvertida ejecutoria de una institución como el ejército norteamericano.

Realmente Manning, Snowden y Assange nos dijeron a las claras lo que eran secretos, tal vez sospechados o conocidos, pero nunca visualmente probados ante millones de personas. Su pecado es una revelación ética que pone en crisis las bases moralistas sobre las cuales suele sustentarse el modelo de democracia que se presenta como lo mejor de la actual civilización.

Es decir, estos chicos locos de Wiki Leaks dijeron la verdad, una muestra de sinceridad a la cual no está acostumbrado el mundo posmoderno y, por tanto, deben ser callados, encarcelados, amordazados para siempre. De paso, la amenaza queda en pie para eventuales seguidores.

Tanto en el caso de los cinco cubanos como en los tres hombres de filtraciones rápidas, la ley ampara el juicio, permitiendo la condena dentro de ciertos límites, pero a la vez, tal parece que las legislaciones se quedaron cortas, necesitan ser mejor interpretadas, quizás cambiadas por nuevos preceptos, teniendo en cuenta el valor universal, eterno, de los principios éticos.
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Vicente Morín Aguado: [email protected]