Haití se declaró “abierta para los negocios”, pero mantiene salarios de miseria

HAVANA TIMES – El primer ministro haitiano, Laurent Salvador Lamothe, realizó la semana pasada un viaje oficial a Brasil para seducir a empresas de ese país a establecer sus maquiladoras en Haití. A cambio propuso beneficiar el funcionamiento de la llamada Ley Hope.

Esta ley estadounidense permite la costura de las ropas en Haití y su llegada a Estados Unidos sin pagar tarifas adicionales.

Es otra de las iniciativas del Gobierno haitiano para recuperar la economía de su país, como parte de un proyecto que recientemente su presidente, Michel Martelly, sintetizó como Haití abierta para los negocios.

Sin embargo, esta norma nada señala sobre el salario de los obreros haitianos, que sigue siendo el más bajo de la región.

Son unos 29 mil trabajadores los que cosen para las marcas más famosas del mundo en Haití. El 65% de estos son mujeres.

Un ejemplo de esta situación lo muestra Evelyn Pierre Paul, una obrera de 50 años, con más de 25 años de experiencia en el sector, quien todavía no tiene su propia casa y sus niños no van a la escuela.

En Haití, una trabajadora de este tipo gasta más de la mitad de su salario diario en alimentación y transporte.

Hace 30 anos, el salario mínimo en el sector textil era de 3 dólares por día. Actualmente ese sueldo diario pasó a los 5 dólares. Sin embargo, el poder de compra es menor que antes.

Ante esta situación, los sindicatos son prácticamente inexistentes en ese país. Al mismo tiempo, la sindicalización puede ser motivo de despido.

El profesor economista, Gerald Chery, expresó que “lo más importante es lo que el obrero puede comprar con su salario y no el salario en sí mismo”.(PÚLSAR/AYITIKALEJE)