Colombia buscará tratado con Nicaragua para protección de isleños

HAVANA TIMES (dpa) – El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, ordenó hoy iniciar acercamientos con Nicaragua para firmar un tratado en el que se protejan los derechos de los habitantes de un archipiélago colombiano cuya soberanía estuvo por varios años en disputa por los dos países.

Santos hizo el anuncio desde el archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina en donde presentó las inversiones que el gobierno ha hecho en la isla dos años después de que la Corte Internacional de Justicia (CIJ) cediera a Nicaragua una amplia zona marítima antes gobernada por Colombia y dejara enclavados dos de los siete cayos en aguas nicaragüenses.

“Me han sugerido las comunidades raizales (que habitan el
archipiélago) iniciar la negociación con Nicaragua de un tratado, en donde los derechos de los raizales sea uno de los puntos fundamentales”, indicó el mandatario al recordar que la Corte Constitucional determinó en mayo que un fallo de la CIJ no puede modificar los límites del país porque viola normas internas.

“Es una orden también de la Corte Constitucional y le he dicho a la canciller (María Ángela Holguín) que demos los primeros pasos en esa dirección, creo que es el camino correcto porque no tenemos otro camino y creo que ya es hora de dar los primeros pasos en esa dirección”, expresó el mandatario.

Hace un año, el gobierno del presidente Daniel Ortega presentó otra demanda ante la CIJ para obligar a Colombia a cumplir con el fallo. Sin embargo, el gobierno de Santos reiteró que no aplicará el fallo hasta que se cree un tratado por ambos países.

Las tensiones entre los dos países comenzaron en los años 80 y tomaron un nuevo rumbo en 2001 cuando Nicaragua presentó una demanda ante la CIJ tras desconocer el tratado Esguerra Barcenas mediante el cual entregó a Colombia en 1928 la soberanía del archipiélago.

En 2007, la CIJ ratificó la soberanía colombiana sobre las islas y a finales de 2012 corrió hacia el oriente la línea que el país sudamericano consideraba como límite entregando a Nicaragua unas 200 millas náuticas.