Los arboles envejecidos de La Habana

Fotorreportaje: Elio Delgado Valdés

Palma Real frente el Capitolio Nacional.
Palma Real frente el Capitolio Nacional.

HAVANA TIMES — La sustitución en el Parque Central de alguna de las 28 palmas reales que marcan el día de nacimiento del apóstol cubano José Martí, ha llamado la atención del transeúnte. La preocupación al ver como en ciertos espacios urbanos, emblemáticos algunos de ellos, donde los árboles secos revelan la falta de una política estatal para el tratamiento fitosanitario especializado que garantice su conservación, se hace notar.

El arbolado de la ciudad es antiguo, algunos están en una situación precaria, la sustitución por plantas nuevas es evidente. El álamo de jaguey, utilizado en el diseño urbano, sembrado en parques, paseos  y carreteras luego de la expansión de la ciudad, teniendo en cuenta el equilibrio entre las nuevas construcciones y los espacios verdes, donde su rápido crecimiento favoreció la pronta cobija, ha provocado a lo largo del tiempo el desarrollo de raíces, quizás el uso de otras especies favorezca el cuidado y conservación de calles y aceras.

Ciertamente la implementación de alternativas para el manejo de las áreas verdes ha sido nula, la experiencia con la ceiba del Templete debería extenderse a otros sitios en la ciudad, la necesidad de un plan de reforestación urbana para sustituir los árboles envejecidos y enfermos en los espacios verdes es urgente, el pequeño parque de Albear brinda un aspecto fatal, sus árboles han sido talados, cerca, en el Paseo del Prado la poda extrema de algunos ejemplares se hace notar, la sombra que refugiaba a quienes acuden al lugar, ha desaparecido.

El Parque Albear
El Parque Albear

El rediseño de las áreas verdes en el ala derecha del Capitolio Nacional, donde las raíces del antiguo arbolado había roto las aceras, ha sido renovado por pequeños arbustos, se extraña la sombra de la frondosa ceiba en esa esquina, devastada por un rayo hace algunos años, reponerla le concede al lugar un espacio de lobreguezal caminante.

La ley forestal cubana de 1999 plantea las cortas de mejora, no los destrozos que suceden cerca de la temporada ciclónica.El manejo sostenido y adecuado del arbolado urbano requiere urgente de protocolos a aplicar, el daño a la arquitectura   citadina donde edificios de valor patrimonial como el Convento de Santa Clara, con arboles incrustados,  acelerando su deterioro o la caída de estos en zonas de gran movimiento como es el parque El Curita, reclama la atención del servicio forestal cubano.

Celebrar el Día del Árbol o reunirnos para hablar de medio ambiente no es la alternativa, el daño ecológico se extiende en la ciudad.

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