El Templete de La Habana

Fotoreportaje por Elio Delgado

El Templete de La Habana.

HAVANA TIMES, 10 junio — La edificación que está justo frente al Palacio de los Capitanes Generales hoy Museo de la Ciudad es una pequeña construcción comparada con aquella, de estilo neoclásico, conmemorativa de las ceremonias fundacionales de la Villa de San Cristóbal de La Habana.

Se inauguró este pequeño templo grecorromano el 19 de marzo de 1828, en homenaje a la reina Josefa Amalia, esposa de Fernando VII.

En su interior se colocaron tres grandes lienzos, que representan una advocación a la primera misa, el primer cabildo, y un lienzo central – pintado con posterioridad- donde aparece una escenificación del acto de bendición del lugar y la misa del obispo de Espada, en presencia del Capitán General, la aristocracia y altos funcionarios del gobierno colonial, realizados por el pintor francés Jean Baptiste Vermay. Sus restos y los de su esposa se encuentran en el interior puestos en un cenotacio de mármol de Carrara.

Las pinturas sólo se han desmontado en una ocasión para ser restauradas.

El templete resulta entre los símbolos de la ciudad, una de las más hermosas y antiguas tradiciones de la isla, la determinación del área que ocupó en principio la Plaza y Villa de San Cristóbal de La Habana desde su fundación en la costa norte en 1519.

Esta quedó perpetuada, primero, por la Ceiba conmemorativa, luego por la piedra en la Columna Cagigal (1754), y más tarde con el templete neoclásico y sus lienzos interiores (1828). Tales monumentos atestiguan que este lugar fue el escenario de la primera misa y sesión del cabildo, celebrados bajo el frondoso árbol.

De aquella Ceiba, solo queda su recuerdo, pero ahora, se yergue otra tan poderosa y venerada como aquella por los practicantes y creyentes de las religiones de origen africano pues cada 16 de noviembre miles de personas de diferentes edades, procedencia, raza o sexo acuden a darle 3 vueltas (sin dejar de tocarla) y echarle dinero para pedir 3 deseos.

Como solo es este día del año, esta tradición, que cada vez gana más y más personas en espera de milagros, se está convirtiendo en un acontecimiento social más que religioso.

Vienen de todas partes, de países muy lejanos. Si usted se encuentra en Cuba por esos días, no deje de darle las 3 vueltas a la Ceiba, echarle sus moneditas y con muchísima fe, esperar que el amor, la salud y la buena suerte lo acompañen.