El cayo de la bahía santiaguera

Fotoreportaje por Dariela Aquique

HAVANA TIMES, 5 nov. — Casi al centro de la accidentada bahía santiaguera y muy próxima a la llamada Boca del Morro, hay una islilla que empezó a ser poblada por allá por el siglo XIX, pescadores y sus familias levantarían sus casuchas de madera para allí establecerse y vivir de las bondades del océano.

Su alimentación y sus sustento económico se los daría la pesca y a remo cruzaba diariamente a los poblados costeros de Punta Gorda o Ciudad Mar a vender sus productos.

Después de la intervención Norteamérica y creada la primera “Republica” fue bautizado el precioso lugar con el nombre de Cayo Smith. Se construyeron monumentales casas de recreo para el esparcimiento de las familias burguesas y de los visitantes extranjeros. Estas viviendas fueron conocidas como los bungalows del Cayo.

Resultaba contrastante las fachadas de estas residencias levantadas en las calles empedradas y en las escalonadas cuestas, con las cutres casitas de pescadores a la orilla, igual que las dársenas luciendo los lujosos yates y lanchas de los ricos con los botecitos de los hombres de mar.

Después de 1959 y bajo los preceptos de eliminar las diferencias sociales, el sitio cambió su nombre por el de Cayo Granma, para eliminar los anglicismos y tributar al yate de las gestas revolucionarias. Muchos de los bungalows les fueron dados a los marinos, otros se convirtieron en escuelas o Casas de Cultura, farmacias etc.

Hasta los años 90, era una excelente opción irse de paseo al Cayo, como siguió siendo llamado, porque nunca más nadie le llamó ni por su viejo nombre, ni por el nuevo establecido. Tomar la lancha en la Alameda y hacer una hermosa travesía por toda la costa, haciendo escala en los asentamientos de La Socapa, Caracoles o Punta Gorda para terminar en el Cayo.

Muchos domingos de mi niñez fueron pasados en este lugar con mi familia, tomando fotos y disfrutando de inolvidables almuerzos en sus acogedores restaurantes con ofertas de pescados y mariscos.

Pero venida la crisis el islote empezó a deslucir los intentos de secuestros de las patanas para emigrar del país fueron la causa de se prohibieran los viajes por la ensenada y en su lugar quedaran solos los de cruzar al Cayo desde los muelles vecinos.

Sus restaurantes no tendrían nada que ofertar y aparecerían en su lugar las fondas clandestinas para vender comida a los turistas. El deterioro se posó en el Cayo y hoy vuelve a ser contrastante la diferencia de las casas de los que su peculio le permite mantenerlas pintadas y en pie y la de los menos solventes en estado de total detrimento.

Sigue siendo sin embrago una admirable excursión y la acuciante pregunta de sus moradores y de los de transito, ¿cuándo volverá a ser el Cayo, lo que fue?

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One thought on “El cayo de la bahía santiaguera

  • Dariela,chevere las fotos,me recuerda mi infancia,tambien mi ciudad,con amigos,nos “comiamos” las guasimas,es decir nos “ibamos ” a la escuela, saliamos a Punta Gorda,habia un trampolin,ya sabes?
    Todo el dia,nadando ,al “barrio Tecnico”…y despues al “cayo” y la “socapa”…era increible,pues,pasaban “los barcos de petroleo rusos”(antigua Union Sovietica),nosotros nadando en plena bahia,nunca “medimos” el peligro

    LLego “periodo especial”,seguia “nadando”,pero ya no en el mar,sino en la tierra,…gracias que “encontre” un avion….ya no tuve que “nadar”….gracias por las fotos…

Comentarios cerrados.