Lynn Cruz, una cubana extraordinaria

¿Derecha, izquierda o una tercera vía? 

Lynn Cruz

Entrevista por Celine Gruyer

HAVANA TIMES – Más que intentar decírselo a Cuba… dar la palabra a los habitantes de la Isla. La idea me rondaba la cabeza desde hace tiempo y Lynn Cruz estaba en Marsella para el festival CineHorizontes, para presentar la película Corazón Azul.

Aproveché la oportunidad para hacerle algunas preguntas sobre su visión de la Cuba contemporánea y futura, sus proyectos personales y el papel de Europa en todo esto.

Al caer la noche, tomamos asiento en una terraza en lo alto de la Canebière. Acababa de hacer algunas compras en el mercado de Noailles, donde se reúne todo el mundo. Y partimos durante 40 minutos de conversación, de los cuales aquí está la esencia:

¿Qué papel podría jugar Europa en el futuro de Cuba? ¿Y cuál es nuestra responsabilidad como europeos?

Lynn Cruz: Creo que lo mejor para Cuba, que al final es un país pobre dependiente de países ricos, sería que las influencias de todas las potencias extranjeras se complementaran, sin que haya un líder.

La labor que realizan las embajadas europeas en el ámbito de la cultura y el cine es muy importante. Si estoy aquí en Francia es gracias a un fondo abierto por la embajada, no solo para producir cine, sino también para permitirnos salir de Cuba y presentar nuestras películas en el extranjero.

Eso es muy bueno, porque un festival pequeño como CineHorizontes no tiene los medios para invitarnos, aunque esté programada nuestra película.

Los grandes eventos tienen la ventaja de abrirnos el camino para internacionalizarnos, pero cuando no tienes un publicista, o incluso un productor como nosotros, la película pasa completamente desapercibida. Mientras que, en un festival pequeño como este, te sientes bien y la película cobra más importancia.

Que Cuba empiece a negociar directamente con Estados Unidos, para nosotros, sería terrible porque no hay industria cinematográfica que se le resista a Hollywood. Lo vimos con Rápido y Furioso cuando rodaron en La Habana: los profesionales cubanos se convirtieron en proveedores de servicios para esta película, nada más.

Era como un mensaje del futuro: Esto es lo que les espera. Y entonces, ¿de qué han servido 63 años de resistencia y lucha?

¿Cómo ves el futuro de Cuba en un año?

En realidad estamos en una situación complicada y difícil: la oposición es inexistente, porque no la dejan existir. Los políticos son maestros en el arte de ganar tiempo, por lo que las luchas se prolongan y los movimientos se desmoronan.

Hay oposición externa, por supuesto, pero en la propia Cuba solo podemos hablar de opositores aislados o “circunstancias de oposición”, como durante la manifestación del 27 de noviembre de 2020 frente al Ministerio de Cultura. Era un movimiento, globalmente, de izquierda.

Ahora bien si miramos el éxito de la canción Patria y Vida, durante las protestas del 11 de julio las personas la usaron como himno, porque es más fácil decir Patria y Vida que Abajo el gobierno,  no fue solo la fama de los artistas, sino un gran presupuesto de publicidad, que solo podía venir de Miami. Sin embargo, es difícil imaginar que quienes financian este tipo de campañas sean de izquierda…

Enero 2023: cerca de Playa Girón, en un punto de polizones, una mano anónima dibujó ABAJO EL GOBIERNO y PATRIA Y VIDA.

IZQUIERDA, DERECHA O TERCERA VÍA

Pero hoy hay un grupo de jóvenes en Cuba que rechazan la consigna Patria y Vida y prefieren Patria es Humanidad. Ni Patria o Muerte, ni Patria y Vida, sino Patria es Humanidad. Son artistas, estudiantes, libertarios, que no se identifican con la ideología de Miami, con lo que nos están tratando de vender como modelo de éxito, el auto súper moderno etc., este modelo tan capitalista, esta forma de vida impensable para muchos en un país como Cuba.

Entonces en este momento, dentro de la isla, hay más movimientos libertarios, que ya han entendido que cada vez que surge una oposición, no necesariamente es de derecha.

Es complejo y me lleva a hacerme preguntas: ¿Qué queremos cambiar? Y además, ¿qué es Cuba? Y realmente no tengo una respuesta, excepto que no nos vamos a quedar ahí, porque los intelectuales  son muy activos, y si muchos se van, también hay muchos que se quedan.

En este punto de la historia, algunos elementos de la biografía los iluminarán:

Nacida en 1977 en La Habana, Lynn Cruz se inició como actriz en el Teatro Nacional y continuó su carrera en varias compañías. En 2010 obtuvo un primer papel en Larga Distancia (Esteban Insausti) y poco después fundó su propia compañía independiente: Teatro Kairos. En 2012 Miguel Coyula le encomendó el papel de Elena en Corazón Azul, una distopía de fuerte estética e innegable atrevimiento político. El rodaje durará casi 10 años, marcados por crisis y cambios de situación, tras la inclusión en la lista negra de Seguridad del Estado.

De hecho, Lynn produce y actúa en Nadie, un documental de Miguel Coyula. Es entonces cuando la policía y la Seguridad del Estado entran en escena para impedir que el público vea esta película, así como la obra de teatro Los enemigos del Pueblo, de la que es autora.

En 2018 fue declarada persona non grata en cualquier institución cultural cubana. Sin embargo, crea unapieza cuya primera representación se realizará clandestinamente en el ISA, a toda prisa. Eso es lo que definirá la poética de su compañía: estar listo para actuar en todas partes y sin escenografías predefinidas.

Lynn Cruz en Corazon Azul. Foto: Miguel Coyula, 2021

También es autora de la novela Terminal (2018), el documental Desaparecida, la obra de teatro Sala-R y Crónica Azul, un making of del rodaje de Corazón Azul.

En 2022 fue invitada por Tania Bruguera a presentar su obra Los Enemigos del Pueblo (Informe Postmortem) en la Documenta de Kassel, las ediciones Huron Azul publicaron Sala-R y comenzó a escribir su próxima novela, mientras viajaba por el mundo para presentar la película. que cambió su vida.

LIBERTAD INTERIOR

LC: Después de la vigilancia policial, de lo que había pasado con la policía y la Seguridad del Estado… Usé el teatro como terapia. Sabiendo que no todos tienen esta posibilidad, pero me dije: si los odio, habrán ganado. Si me lleno de odio, dejaré de actuar y pensar objetivamente. Entonces, ¿qué puedo ganar al pasar por esta situación? »

Porque al final estar censurada era como ver la luz en la oscuridad, cuando me hacían a un lado podía ver a la sociedad con una mirada más desapegada. Fue muy raro, como ser una extranjera en mi propio país” y también pude entender cómo funciona la oposición externa. Porque muy rápidamente, muchos extraños comenzaron a enviarme invitaciones de amistad.

Si bien yo era conocida, solo del medio cultural donde había adquirido cierta respetabilidad por una película que rodé en 2010 (en Cuba, si no haces televisión no existes como actriz) y de repente era reconocida no por mi trabajo como actriz, sino por una acción política.

¿Y que pasó? Noté que la gente quería acercarse a mí. Pero yo… yo solo lucho por mi propia libertad. No tengo pretensiones, no liberaré a nadie.

Los sitios de noticias en Miami me llamaban para entrevistas. Y sus titulares, yo sentí que no era mi voz. No más que en Granma o Juventud Rebelde… pero me sentía incómoda porque ya no era yo. En este punto no tenía nada que perder, y seguí mi camino. Y poco a poco encontré mi centro.

No es que me guste esta situación de opresión, sino simplemente que no quiero dejar de ser yo misma. Porque esto de la censura… en cierto modo te obliga a reaccionar y entrar en una lucha que es un círculo vicioso. Que acaba, para muchos, en la cárcel o en el exilio.

Pero no quiero sentir que tengo que huir. Así que decidí, simplemente, continuar mi viaje.

Première en Sala-R sur en Vedado. De izquierda a derecha : Evelyn Corvea, Lynn Cruz, Luis Trápaga, Olivia San Roman y Jorge Carpio. Foto Miguel Coyula

PODER DE TRANSFORMAR

Al mismo tiempo, necesito creer que puedo aportar algo. No estoy segura de que ayude mucho, pero siento que lo que hago, si me transforma, si puedo transmitir algo a través de una obra, también puede transformar a otros. Al menos un poco.

¿Tienes proyectos?

Sí, en este momento estoy escribiendo una novela. Es una distopía basada en la pandemia, cómo fue vivirla en un país como Cuba. Se llama El País del Sí. Y también comenzamos una nueva película este verano cuando estuvimos en Berlín.

Y Corazón Azul, ¿se puede ver en Cuba, o solo en casa?

En casa la vemos todos los domingos con no más de quince personas, pero también nos han invitado otros artistas. Por ejemplo, en Art Brut, Instar, Omni Zona Franca en Guanabacoa y Coco Solo Social Club en Marianao.  En Cine bajo las Estrellas, en la Embajada de Noruega (n.b. la proyección sí se realizó en noviembre). Actualmente podemos hacer presentaciones privadas, pero mientras no se anuncien en las redes sociales públicas. Tenemos que pasar desapercibidos.

En una entrevista con Diario De Cuba dijiste algo que me parece muy interesante: “Nuestra realidad no se puede entender fuera de Cuba si no se aborda desde la fantasía”.

LC: Sí, ¿cómo haces entender a la gente, cómo captas la atención de un público no cubano sobre un drama cubano?Vi lo que pasó con Corazón Azul, en la reacción del público realmente hay de todo. Al mostrar las cosas bajo un tono absurdo, o fantástico, la gente entiende mejor e incluso ¡se ríe! Por supuesto, ya ha habido un Virgilio Piñera y otros autores, no solo cubanos, que han optado por la burla. De hecho, la realidad cubana, si la cuentas de forma realista, la audiencia cree que es mentira.  Entonces he optado por convocar la fantasía antes que la realidad.

En cuanto a ti lector, todo lo que tienes que hacer es recorrer los festivales de cine para tener la oportunidad de ver a Lynn en la pantalla.

Trailer para Corazón Azul

Lea más desde Cuba aquí en Havana Times