Camila Martel vive para entre cuerdas.

Helson Hernandez

HAVANA TIMES — Camila Martel es una violinista de poca edad pero con una trayectoria que sorprende por su dedicación y calidad como intérprete de la Música de Concierto. “Lo importante es saber apreciar cada belleza”, contó la artista en su entrevista con HT.

HT: Rasgos interesantes que pudieran definir o diferenciar de otras, la enseñanza académica del Violín en Cuba.

Camila Martel: La enseñanza de violín en Cuba se caracteriza por la Individualidad pues es netamente para formar solistas, las clases son profesor alumno solamente, y después de la primera etapa de formación es que se comienza a integrar una orquesta. Las clases individuales se mantienen y la práctica de conjunto es solo un complemento.

HT: Entonces el instrumento consume casi toda una vida.

CM: El tiempo que exige es bien prolongado, solamente permite el espacio para estudiar música, a diferencia de otros países donde esta carrera funciona quizás como una necesidad espiritual, que se cubre mediante esta formación.

HT: La experiencia de ser dirigida por el prestigioso Bernard Rubenstein?

CM: Tocar bajo la batuta de un director de orquesta tan prestigioso como Bernard Rubinstein es una experiencia extraordinaria. Conocerlo como músico, también en el aspecto personal, y luego ver lo sencillo que puede ser un hombre con tanto talento, de una trayectoria grandiosa, dirigiendo grandes orquestas, la verdad es que ha sido incomparable.

HT: El mayor recuerdo que dejó en su persona?

CM: Poder sentir la suavidad con que señala los errores, la disposición siempre para ayudar y brindar sus consejos adquiridos durante tantos años de esfuerzo, es sin dudas una enseñanza para cualquier artista.

HT: Entre sus diversas actuaciones internacionales, el país que más le ha cautivado.

CM: Yo creo que todos los lugares donde he estado tienen su interés particular, depende de cómo podamos disfrutar de cada uno de ellos, de sus personas y de su cultura, algunas bien distantes de la nuestra, y otras bien parecidas, lo importante es saber apreciar cada belleza.

De Francia el saber que no existe solo en los libros y que es real, exquisita y refinada, de Venezuela la amabilidad de su pueblo y el respeto por nuestra cultura, México la diversidad de modos de vida y sus ancestros, y de Costa Rica el cuidado de su naturaleza junto a la posibilidad de disfrutar y compartir. Todo ello ha contribuido a ampliar mi vida personal y profesional.

HT: En un mundo como el de hoy, que mensajes le interesaría transmitir en su condición de artista.

CM: Ama, disfruta, y defiende el buen arte.