Mujeres del Norte y del Sur

Rosa Martinez

HAVANA TIMES — Las mujeres cubanas tenemos mucho de que quejarnos, y de hecho lo hacemos, no solo cuando nos reunimos en la Federación de Mujeres Cubanas, la organización que nos dirige y defiende en el país, sino en otros foros como son los medios alternativos.

Mucho se ha escrito y dicho de lo que falta hacer todavía por el bien de las féminas en nuestra sociedad y de los males que aun nos afectan.

Creo que la violencia de género es el principal problema que tenemos ahora mismo, y sobre esto he escrito en varias ocasiones. El gobierno cubano debe tomar nuevas medidas para que este mal no siga incrementándose, o llegue a los niveles de otros países del área, que tienen índices alarmantes.

Pero no quiero referirme hoy a los conflictos sociales que sufrimos día a día las mujeres blancas, negras y mestizas de estas Isla, sino al que afortunadamente no tenemos.

Un titular de la agencia Noticel fue quien me hizo pensar en eso: “Mujer estadounidense trabaja más, sufre más estrés, pero cobra menos”. ¿Quién hubiera pensado que precisamente en Estados Unidos, las mujeres trabajan más y cobran menos que los hombres?

Pues así es, en el llamado país de las oportunidades, uno de los más desarrollados y ricos del mundo, las mujeres trabajan mucho más que los hombres y devengan menos salario.

Según la nota son las mujeres estadounidenses quienes, pese a cobrar menos, aumentan su aportación económica a la unidad familiar, sobre quienes siguen pesando las obligaciones del hogar y quienes además sufren más estrés laboral.

En ocasiones creemos que la principal causa de nuestros problemas de género es vivir en Cuba, país subdesarrollado y pobre.

Pues ya ven que no es así, pues en Estados Unidos, una de las grandes potencias económicas del mundo, las mujeres también tienen dificultades para desarrollar sus carreras profesionales y acceder a puestos importantes y ven limitadas sus posibilidades de avances.

Allá, también, ellas son las principales encargadas de las responsabilidades del hogar y además de eso, para colmo de sus males, cobran menos que sus compañeros.

Pues nada, que aunque en Cuba falta mucho por hacer para que la mujer tenga el lugar que le corresponde en la sociedad, al menos tenemos una batalla importante ganada, y es la del igual salario. En ese aspecto aquí llevamos la delantera.