Postalitas-Posturitas

Regina Cano

Foto: Caridad

Al igual que en cualquier parte del mundo, aquí el porciento de aquellos que cuidan el cuerpo, desarrollan cada músculo y piensan más en “como se ven,” es un número en aumento.

Los gimnasios, en nuestro país, hace buen tiempo son moda incorporada de a poco en el cotidiano.

Estar un poquito o muy pasado de peso, envejecer o necesitar fisioterapia, ya no son motivos fundamentales por los que se demanda entrenar el cuerpo con ejercicios físicos.

En Alamar-Ciudad Habana, los gimnasios florecieron después de ser permitidos algunos como espacios deportivos, que no podían garantizar el Instituto Nacional del Deporte (INDER).

Ciudadanos particulares -con la inversión financiada por ellos mismos- se encargan de promover, matricular (con pago) y mantener los equipos en buen estado.

Gimnasios “Llega y Pon”* en los estrechos sótanos o aprovechando el área verde de propiedad común de los edificios de microbrigadas*, característicos de la localidad.

En ocasiones techados, pero en otras expuestos al sol y al sereno, representan gastos y riesgos diversos.

La fiebre del buen físico llegó a Cuba con la apertura al mundo (de los ‘90) y la afluente información de “para el cuerpo todo.”

En la Isla de las carencias y los esfuerzos, no falta quien dedique estos últimos a crear una aureola de “admiración” por su formación corporal.

El consumo de químicos producidos industrialmente en forma de tabletas, inyecciones u otros, completan –para los menos-  los sudores de pesas y estimulantes que ayudan a desarrollar el físico como se quiere, con recursos a medias y alimentando al mercado negro.

Postalitas, Posturitas, toda mirada atenta a las reacciones que provocan a su paso hembras y varones, que clasifican en cualquier otro grupo de definición social que los marca, pero ningún otro como el “GYM.”

Notas:

*Llega y Pon: Construcciones hechas de materiales diversos y que sus autores erigen en un lugar que se atribuyen.

*Microbrigadas: Brigadas de constructores de viviendas y nombre del movimiento que se inició con la revolución para construir viviendas masivamente.

Regina Cano

Regina Cano:Nací y he vivido durante toda mi vida en La Habana, Cuba, la isla de la que no he salido aún y a la cual amo. Vine a esta realidad un 9 de Septiembre. Mis padres escogieron mi nombre por superstición, pero mi madre me crió fuera de la religión que profesaba su familia. Estudié Contabilidad y Finanzas en La Universidad de La Habana, profesión que no desempeño por ahora y que decidí cambiar por hacer artesanías, algo de cerámica y estudiar un poco sobre pintura e Inglés. Ah! Sobre la foto; me identifico con los preceptos Rastafari, pero no soy una de ellos, solo tengo este gorro que uso de vez en cuando, pero les aseguro que no tenía una foto mejor.