¿Esta controlado el coronavirus en Cuba? o ¡sálvense quien pueda! III

Por Regina Cano

HAVANA TIMES – Casi al cumplirse veinte días de detectarse la primera infestación por Sars Cov-2, Cuba declara estar aún en la fase 1, pre-epidémica, aunque en la provincia de Matanzas se informa existe trasmisión local, pues a partir de una persona contagiada existen 4 casos más –secundarios- que contrajeron el Covid-19.

Para hoy 30 de marzo, según el Ministero de Salud hay un total de 170 personas confirmadas y atendidas en sus instalaciones sanitarias, y más de 2.681 ingresados bajo observación.

De todo lo anterior cabe deducir de que en el país, de una función estable de números lineales, en cualquier momento pudiera pasarse a una probabilidad de ocurrencia del incremento del número de contagiados, en función de infestación exponencial, como ha sucedido en otros países, por espacios focales en principio y en toda la nación después.

Es decir, que si hasta ahora el incremento de personas enfermas ha sido percibida de manera similar o a través de un rango o línea corta de contagio, este incremento pudiera dispararse e ir multiplicándose a partir del número anterior por esa misma cantidad de personas, por ejemplo: 5, 25, 625 y así, según una base dada por la cantidad de infestados que es variable, como en onda expansiva, dada su característica de altamente contagioso.

Igual, esto es solo un análisis teórico que pudiera acercarse a la realidad, hablando en términos probabilísticos.

Y esto pudiera ocurrir, a pesar de que las autoridades plantean haber aplicado medidas adelantadas de las fases subsiguientes, al parecer consultando la experiencia de los chinos.

Además de incluirse alertar a la población para que preste atención al cuidado de la higiene (lavarse las manos, uso de nasobuco y la solución clorada para manos y superficies), se agrega, también, el mantenerse a distancia prudencial de otras personas, restringir la movilidad en las calles -llamado aislamiento social.

Así como la prevención por un pesquisaje que abarque a toda la población nacional siguiendo la ruta de los contactos y el involucramiento de fuerzas policiales para lograr que se cumplan las órdenes de circular por las calles a discreción o no tener niños en las calles, ni adultos mayores, entre otras.

Mientras, en las redes sociales se protestaba por no haberse cerrado a tiempo el aeropuerto o por hacer transitar por el territorio nacional a viajantes de un crucero que portaba 5 infestados.

Ya a estas alturas el Aeropuerto Internacional José Martí, el único funcionando actualmente de manera parcial, recibe un aproximado de ciento y tantos de cubanos y extranjeros residentes, desde hace algunos días atrás, informan, pero quedan extranjeros de visita que debieran haber salido ya de la nación y que más bien disfrutan las seguridades que ofrece Cuba, en comparación con sus países originarios.

El criterio de aislamiento domiciliario se maneja a partir de este cierre, pero según testimonios, desde ayer se comienza un aislamiento de aquellos que regresaron hasta hace muchos días atrás y que ya están a punto de culminar su encierro, es decir, su cuarentena domiciliaria, seguida a diario su evolución por los médicos cercanos y que ahora se dispone pasen a centros de aislamientos, a expensas de ser infestados en cualquier contacto en el interior de estos centros.

Esta medida en específico alerta sobre la decisión extrema que en acciones como esta van dejando a ciertas poblaciones, en este caso a viajantes retornados (algunos internacionalistas) y a sus familiares a expensas de verse en el riesgo de infección en estos centros, cuando ya han transcurrido más de la mitad o simplemente estar al culminar sus mágicos 14 días de cuarentena, que pudieran ser simplemente extendidos a unos días más apoyados por el criterio médico, ser realizada la prueba diagnóstico a todos los involucrados y no correr el riesgo de aumentar el número de contagiados salidos de esas instituciones.

Pues si no, seremos como otros países, donde se ha declarado que fallecerán los más débiles y vivirán solo aquellos que puedan sobrepasarlo.

Allí, en esos lugares –centros de aislamiento-, a pesar de declararse tener garantizadas muchas de las seguridades necesarias para contener al virus, también se corre un alto peligro de quedar infestado(a), abriéndose una nueva brecha al contagio.