Se vende en La Pendiente

Osmel Almaguer

HAVANA TIMES – El primer libro de poesía que escribí se tituló así, “La Pendiente”; en referencia al lugar en donde vivo, al pié de una colina que delimita ―por el sur― el reparto de Alamar.

En “La Pendiente” hago catarsis sobre algunas cuestiones propias del lugar y su gente. Como si la propia inclinación del terreno condicionara los caracteres de los vecinos, y de este modo también nuestras relaciones.

Es una zona rural, a pocos metros de un reparto que, cuando llueve, tiene sus propias características. El agua corre en ríos pequeños, los techos y las paredes se llenan de una humedad, cuya evaporación es dilatada por la abundante vegetación.

Claro está, se trata de problemas que tendrían solución, con una solvencia económica que yo no tengo, y que estoy lejos de alcanzar.

La cercanía de Alamar es relativa, porque en realidad hay que caminar para acceder a los servicios de salud, alimentación, etc. La vida social es bastante monótona, pues aunque se trata de un territorio bastante poblado, las casas quedan a una buena distancia unas de otras.

No hay círculos sociales, discotecas, restaurantes, aceras, parques ―excepto uno infantil en un caserío a 300 mts―, ni cafeterías. Muy pocos amigos me visitan “por lo apartado de lugar”.

En fin, que aunque vivir en La Pendiente tenga sus ventajas, (tierras para sembrar, aire puro, silencio, tranquilidad, discreción, etc.) estas palidecen ante una lista de “contras” que en mi caso particular resulta bastante extensa.

Por eso he decidido vender mi casa. Porque tal vez para alguien con otras preferencias, necesidades y condiciones, la vida en La Pendiente tenga otras perspectivas. Con voluntad, energía y recursos, es una tierra que puede producir mucho, con sus árboles frutales.

La casa, aunque pequeña, tiene buenas posibilidades de ampliación vertical y horizontal. Y los vecinos, aunque con los rezagos característicos de los lugares campestres, son gente tranquila y trabajadora.

En fin, que mis intereses hace un tiempo se han apartado de La Pendiente, y con el dinero que obtenga, me gustaría comprar un apartamento en Alamar, o en Cojímar.

 

osmel

Osmel Almaguer: Hace poco solía identificarme como poeta, promotor cultural y estudiante universitario. Ahora que mis nociones sobre la poesía se han modificado un poco, que cambié de labor y que he culminado mis estudios ¿soy otra persona? Es usual acudir al status social en nuestras presentaciones, en lugar de buscar en nosotros mismos las características que nos hacen únicos y especiales. Que le temo a los arácnidos, que nunca he podido aprender a bailar, que me ponen nervioso las cosas más simples y me excitan los momentos cumbres, que soy perfeccionista, flemático pero impulsivo, infantil y anticuado, son pistas para llegar a quien verdaderamente soy.

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4 thoughts on “Se vende en La Pendiente

  • Si eso que se ve atrás es el patio de tu casa yo no me metería en una cajita de fósforos en Alamar. Qué tan grave es el problema de la humedad?

  • Yo tampoco cambiaria el aire puro y la “privacidad” de ese lugar por un cajon mal acabado y mucho menos en Alamar. Salvando las grandes diferencias: no te imajinas cuanta gente en el mundo quisiera salirse de las grandes ciudades a un lugar donde criar sus gallinas.

  • Osmel estoy de acuerdo con los otros comentaristas. Cuantas gentes quisieran tener un lugar asi, para sembrar yucca,etc, etc. Bueno, y en cuanto vendes”La Pendiente?. Saludos desde N.Y.

  • Pido 13000 cuc, que es lo que necesito para establecerme y amueblar el apto que compre , pues casi no tengo muebles. Ah, si algunos de los comentaristas está interesado podemos negociar.

Comentarios cerrados.