Competencia desleal en el mundo de los cuentapropistas cubanos

Osmel Almaguer

Competencia-deslealHAVANA TIMES — Miles de cubanos han respondido a las nuevas leyes de trabajo por cuenta propia probando suerte en los negocios. Para algunos, la aventura de inaugurar una cafetería o cualquier otra unidad de prestación de servicios, es solo eso: una aventura.

Desde pequeño he escuchado decir que para los negocios hay que tener gracia, y estoy de acuerdo. Ahí están los otros miles de cubanos que han entregado sus licencias ante la quiebra de sus pequeños negocios, prácticamente sin tiempo para desarrollarlos.

El esposo de mi madre ―al que de ahora en adelante llamaré “Paneque”― no ha querido ser menos y ha inaugurado una modesta cafetería en su propia casa, donde oferta alimentos ligeros.

Panes y galletas untadas con mayonesa, refrescos, jugos, café, y sobre todo “durofrío”. Un durofrío es un jugo de frutas ―o refresco― congelado; como un helado, pero sin leche. En Cuba es muy popular, sobre todo entre los niños, y cuesta no más que un peso.

Frente a la casa donde viven mi madre y Paneque hay un parque de diversiones. Así que cuando el bichito de la cafetería puso su nido en la cabeza de Paneque, el argumento principal era la clientela infantil que acude todos los días al mismo.

La Cafetería “D´ Los Ángeles” ―así se llama el pequeño negocio―, lleva ya algunas semanas y aún da sus primeros tropezones. Conseguir los insumos necesarios y la materia prima para los alimentos, son apenas algunos de los obstáculos a vencer para un obrero que quiere convertirse en pequeño-burgués.

Además, están las cuestiones subjetivas. La falta de experiencia y de hábito capitalista, y sobre todo, las maniobras que hace la competencia, que no siempre consisten en estrategias comerciales.

Paneque vive en un barrio de gente muy humilde, y más que humilde ―porque rechazo el estereotipo del obrero-inculto-grosero-maleducado― se trata de gente con una ética reprobable, con bajos instintos y malos sentimientos.

Veinte años y un amplio catálogo de vivencias así lo atestiguan, aunque debo cuidarme de generalizar, porque toda tendencia también tiene sus excepciones.

Lo cierto es que le están haciendo campaña a los durofríos que vende Paneque, diciendo que están aguados. Se sabe que es una campaña porque las palabras que se están usando son las mismas en todos los casos, lo que hace pensar en el origen común de estas.

Hay un vecino que también vende durofríos, solo que lo hace sin licencia, y que en vez de competir en buena lid, se asemeja a aquellos otros que en otros terrenos también hacen uso de todo tipo de bajezas para desacreditar a sus opositores.

osmel

Osmel Almaguer: Hace poco solía identificarme como poeta, promotor cultural y estudiante universitario. Ahora que mis nociones sobre la poesía se han modificado un poco, que cambié de labor y que he culminado mis estudios ¿soy otra persona? Es usual acudir al status social en nuestras presentaciones, en lugar de buscar en nosotros mismos las características que nos hacen únicos y especiales. Que le temo a los arácnidos, que nunca he podido aprender a bailar, que me ponen nervioso las cosas más simples y me excitan los momentos cumbres, que soy perfeccionista, flemático pero impulsivo, infantil y anticuado, son pistas para llegar a quien verdaderamente soy.

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4 thoughts on “Competencia desleal en el mundo de los cuentapropistas cubanos

  • Es lo normal. Todos hablamos mal de la competencia. Hasta de las empresas donde estuvimos antes

    Al final, la gente va a comprar lo que le gusta, por eso sería bueno que Paneque haga los duro fríos no al gusto de él sino al gusto de los niños. Como tengo uno, te puedo asegurar que no le importa lo aguado sino la mucha azúcar y color, van a preferir uno de sirope de fresa antes que de pulpa de fresas naturales.

  • Entonces Paneque es víctima de las campañas difamatorias del enemigo… Apostaría que el otro vendedor es un mercenario y agente de la CIA, y por supuesto sin derecho a opinar que los durofríos de Paneque son una porquería.
    Porque como todos sabemos, los intereses de Paneque son más importantes que el derecho a la libre expresión.
    ———————-
    ¡Paneque, seguro, a los yankees dales duro(frío)!

  • Jaja, Osmel, esa bronquita por los durofríos de tu padrastro es nada…no quieras ver las que se forman entre los gigantes, como Coca Cola contra Pepsi Cola, Mc Donalds contra Kentucky Fried Chicken…esas son a garrotazo y traspiés de los buenos, y a veces se saldan en miles de millones de dólares. ¡Abre los brazos a la libre empresa, compay!

  • El problema cubano es de fondo. Fíjate cómo tú hablas de tu propio padrastro:

    …un obrero que quiere convertirse en pequeño-burgués
    falta de experiencia y de hábito capitalista

    1- Tu padrastro está trabajando, no roba, no vive del sudor ajeno y on creo que vendiendo durofrío se vaya a hacer rico. Entonces ¿por qué ese desprecio? ¿Por qué estignatizarlo con palabras que todos sabemos que en el contexto cubano son malas: pequeño burgués o aprendiz de capitalista?
    2- ¿Por qué en vez de ponerte a llorar por lo mala que es la competencia, no le haces un artículo hablando de las bondades de sus durofríos y los publicas en Havanatime, en un blog y hasta en la parada de las guaguas?

    Lo peor no es que él tenga a sus enemigos en su propia familia, lo peor es que la sociedad piensa de la misa manera.

    Los dirigentes se llenan la boca hablando de apertura económica pero desprecian y atacan a quien decide trabajar por cuenta propia.

    Así Cuba está muy jodida. No va a salir de la miseria ni aunque se ganen la lotería.

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