Cada vez somos menos

Foto: Pinterest

HAVANA TIMES – Cada vez duele más decir adiós. Los amigos se han ido, por una vía u otra. La familia está separada en continentes y las opciones para quienes seguimos acá cada vez son más escasas.

Los temas de conversación del 98 por ciento de los cubanos tienen que ver con lo mismo: “los precios en aumento”; “la escasez de arroz, café, azúcar”; “el transporte, casi inexistente” o si no, la noticia de que alguien se fue del país. Esta última es una que en lo particular me ha afectado bastante, ya que no son pocas las personas que he visto partir, y siempre me he preguntado: ¿cuán desesperada tiene que estar una persona para dejar toda una vida atrás? Y los entiendo, ya que poco a poco el cerco se nos ha ido cerrando y últimamente a una velocidad vertiginosa.

En los últimos meses he recibido ese tipo de noticias que provocan sentimientos encontrados; mi mejor amigo, excelente psicólogo y científico, se va a una Beca fuera de Cuba. Esta noticia me puso feliz, pero a la vez, me duele saber que pasaré tiempo sin verle y que, probable pasen años sin disfrutar juntos de una taza de café, sentados en la sala de su casa conversando de la vida. Casi al mismo tiempo, supe que mi único sobrino, quien para mí es como mi hijo, se va con su mamá hacia otro país, en busca de un mejor presente y futuro. Cada vez que pienso en ello alguna lágrima recorre mi rostro, pero luego me alegro, pues sé que, aunque en principio será un poco difícil, allá tendrán mejores oportunidades.

Muchos piensan que es fácil y no. No es para nada fácil dejar tu país, a tu familia, a tu gente, toda una vida para salir a un lugar que no conoces, con una cultura diferente y con la incertidumbre de qué pasará. Mientras, quienes quedamos atrás, cada vez nos sentimos más solos y desesperanzados, en espera de que aquellos que se van y envíen alguna ayuda.

Esta mañana leí un post en Facebook, donde alguien pedía a aquellos que parten, que no se despidan. Y es que a esa persona debe pasarle lo mismo que a mí, que las despedidas me duelen, y cada vez más.

Lea más del diario de Kamil Kenders aquí.

Kamil Kenders

Tengo la edad suficiente para seguir adelante en busca de oportunidades. Me gusta soñar, pero andar con los pies firmes sobre la tierra. Amo la libertad y la sensación que en mi provoca. Me considero una persona justa y de principios sólidos. Disfruto de la lectura y la escritura, pero, sobre todo, del poder de las palabras como herramienta de distracción, aprendizaje y salvación.