De donde vino el fraude

Jorge Milanes

La leche en polvo es un producto de "dieta" o lujo en Cuba.
La leche en polvo es un producto de “dieta” o lujo en Cuba. Foto: radiorebelde.cu

HAVANA TIMES — “Ustedes han cometido fraude. La dieta médica de leche en polvo que tienen en su libreta de abastecimiento es falsa. Además, tienen que pagarme el producto, que ya consumieron”. Desde la puerta de casa, fueron estas las palabras de la comercial del mercado donde compramos los productos normados por la libreta.

Su escándalo fue un desafío, incluso para el maltrato que se ha hecho costumbre entre los trabajadores que prestan servicios al público. Pidió que le trajéramos la libreta para confrontar la fecha del período de la dieta.

Al entregársela, buscó en la página final y mostró que había un borrón en la fecha. Dijo que necesitaba llevársela para verificar si esa dieta era verdadera o falsa, y si estaba actualizada.

Desde tiempo mi madre padece de hipertensión arterial, diabetes y glaucoma. Hace tres años fue operada de neoplasia de Colom. Así que el médico le asignó una dieta de “pollo-por-pescado”, viandas y leche, que debe ser actualizada cada año a partir de la fecha en que se expide.

Mi hermano y yo creíamos haber resuelto el problema de la actualización con la firma y el cuño, dados en enero de este año por la diabólica oficina de OfiCoda. Esta dependencia, además de actualizar las dietas, lleva (¿o debería llevar?) el control (¿no computarizado?) de la distribución de productos normados a través de la libreta. Y digo “diabólica” porque a veces su control es demasiado negligente.

En algunas libretas suelen figurar personas que se han mudado a otro domicilio o país, niños que no existen y hasta gente que ya murió.

Además, a los parientes que comparten libreta les conviene esta falta de control.

Pero nuestra familia no acostumbra a tomar lo que no le pertenece. Por eso nos sorprendió la reacción de la comercial, nos sentimos humillados. Dicha funcionaria, por cierto, tiene una “sospechosa” relación con la OfiCoda, en donde ella misma confirmaría la supuesta falsedad de nuestra dieta.

Hoy (¡como todo el mundo sabe!) el asunto de las dietas es un gran negocio, y quitarle la dieta a una persona que se la merece les deja la oportunidad de vendérsela a otra persona por un puñado de CUC.

Cuando la “comercial” regresó con la libreta a casa, la dieta había sido cancelada. Al preguntarle qué quién pudo haber puesto esa firma y cuño, nos contestó: Posiblemente ha sido una persona contratada, que ya no trabajaba en la Oficoda, si la dieta es legítima tienen que ir a confirmarla otra vez”.

Luego de un largo y difícil proceso entre médicos, firmas y cuños, durante veinte días, —creo— quedó actualizada la dieta de mi madre. Solo que para el mes que viene.

Jorge Milanes

Jorge Milanes: Soy animador turístico y relacionista público. Hace 45 años que nací en un pequeño pueblo costero del este de la Habana llamado Cojímar. Me gustan mucho los viajes y las aventuras, ya conozco bastante sobre mi país y me gustaría conocer otras naciones. Disfruto leer, cantar, bailar, la alta cocina y hablar con gente interesante, que brinde sabiduría y alegría.

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4 thoughts on “De donde vino el fraude

  • Si todas las marcas de leche estuvieran a la disposición de los clientes en los supermercados, bodegas y almacenes ningún médico tendría que indicarle, bajo el eufemismo de dieta, un privilegio a los que están enfermos. El crimen dejaría de existir si dejara de existir un sistema incapaz de producir riquezas y colocar en el mercado los artículos de primera necesidad para los ciudadanos. El fraude está en hacerle creer a los ciudadanos que un ser supremo ha de indicarles qué comer y cuándo comer.

  • Ah, y no les da vergüenza vivir así, echándole las culpas de sus tragedias a cualquiera menos al verdadero responsable, evadiendo al causante de todos los males que ha sufrido nuestro país durante los últimos cincuenta y tantos años, quien inventó ese sistema económico improductivo, apuntalado con mecanismos diabólicos como este de las dietas médicas, que no son las que se conocen en cualquier país normal del mundo, no, lo que se conoce como dieta médica en Cuba implica un privilegio otorgado a través de la libreta de abastecimientos, porque los productos no alcanzan para cubrir ni las mínimas demandas de los consumidores, entonces hay que someterse a todo ese intrincado procedimiento con el que se reparte la miseria y que con tanta claridad explicó el autor de este artículo.

  • Pienso que el autor ha dado en el blanco,ya que yo he sufrido lo mismo,soy diabético,hipertenso y no entiendo si la diabetes es una enfermedad que no se cura,porque todos los años sufrimos la agobiante agonía de renovar la dieta.Yo espero que un día podamos comprar los alimentos para diabeticos sin tanto problema como ocurre ahora y ojala que al gobierno se ocurra inventar otro mecanismo menos diabólico que el existente.Por ejemplo un crédito en CUC para que nosotros los diabeticos podamos adquirir la leche,el pollo o el pescado en alguna tienda especial para este fin.Felicitaciones para Jorge.

  • Eliecer, mejor sería que quienes no han sabido administrar el país durante los últimos cincuenta y cuatro años, se apartaran y le dejaran eso a otros más capaces, y que finalmente los cubanos podamos producir hasta ver las alacenas llenas todo el año. Simple, como fue siempre hasta que llegó quien tú sabes y devastó todas las riquezas, y demolió todas las industrias.

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