La Puntilla, antes y después de la inundación (+video)

Irina Pino

HAVANA TIMES – La tarde del 21 de diciembre, el Instituto de Meteorología había pronosticado una baja extratropical con lluvias y penetraciones del mar en el litoral costero, incluyendo al Malecón habanero. Vendría acompañado de fuertes vientos de 30 a 45 km por hora.

Es usual que en nuestra zona de residencia, la Puntilla, Miramar, ocurran  inundaciones, por lo que hay que estar preparados y tomar medidas.

Un fuerte aguacero dio paso a las rachas de viento, semejantes a las de una tormenta tropical; el salitre cubrió rápidamente los cristales de las ventanas y apenas se veía afuera. El mar comenzó a entrar poco a poco y, al anochecer, mi edificio era una isla rodeada de agua. Toda la calle 1era parecía formar parte del océano.

A las 7 de la noche quitaron el fluido eléctrico, hasta el día siguiente. La situación se tornó peligrosa, temíamos que el agua entrara. Nos turnamos para vigilar. Por fortuna, no entró en el primer piso, tampoco en el garaje, ya que existe una rampa y el nivel es más alto.

De madrugada el agua retornó a su nivel, pues el viento amainó. Pero las calles quedaron llenas de basura y con innumerables piedras en la parte de la playita.

Ayer sábado, brigadas de limpieza iniciaron el saneamiento para restablecer el orden.

La construcción más afectada es el edificio Riomar, se podría decir que el mar vive en sus cimientos. Por tanto, las bombas extractoras han estado sacando agua salada por largas horas y aún no terminan.

Cuando sucede un fenómeno de esa envergadura, nuestras calles se llenan de tierra. Tendrá que llover mucho para verlas limpias otra vez.