Buscando Americana en Cuba

Graham Sowa

Encontrar Americana en Cuba, no es tarea fácil.

Algunas veces veo Coca-Cola en alguna tienda, pero entonces leo la lata y dice: “Envasado en México”.

Los productos Nestle se encuentran con facilidad en La Habana y los estadounidenses somos conocidos por ser grandes consumidores de alimentos procesados.

Sin embargo, si te tomas un momento para leer la letra fina en la etiqueta te percatarás de que su sede está al otro lado del Atlántico.

Me he encontrado con una triste cremora… que tiene pintada una bandera americana proclamando “Hecho en EUA”.

Hallar las viejas carros americanas en las calles de Cuba no es difícil, pero si buscas debajo del capó de cada una de ellas, verás una conglomeración de componentes no americanos.

Así que, aunque no he tenido mucho éxito de encontrar a Americana en Cuba, hace dos semanas, unos amigos y yo decidimos tratar de buscar un lugar donde ver la Súper Copa de Fútbol Americano. Según el orgullo norteamericano este deporte nacional debería verse desde cualquier lugar del planeta. Quiero decir, después de todo, esta es La Súper Copa ¿no?

Este año la súper copa tenía una importancia especial para nosotros, los tejanos, pues se realizó en el nuevo estadio de los Vaqueros de Dallas, construido a un alto precio.

Aunque los tejanos somos conocidos por intentar evadir siempre los altos impuestos, las buenas personas de Arlington, Texas, votaron por un aumento de los impuestos para poder construir el nuevo estadio de 1000 millones de dólares. Seguramente hay millones de niños sin atención médica o sin acceso a una educación de calidad en Texas, pero ¡oiga!,  prioridades son prioridades.

En busca de la Súper Copa en Cuba, mis amigos y yo nos dirigimos a los hoteles del glamoroso municipio de Miramar. Quedamos asombrados en el primer hotel porque la televisión del bar estaba rota. Nuestra segunda opción, el hotel Panorama, resultó un éxito. Llegamos al decimoprimer piso del Club Ejecutivo después de que se diera el saque inicial.

¿Cuán popular es la Súper Copa en Cuba? Bueno, aunque nosotros llegamos después del comienzo del juego, todavía encontramos la mesa frente al pequeño televisor de pantalla plana. Había otros dos grupos de personas mirando el juego, todos procedentes del norte de México.

Toda estaba listo para la venta

Los Green Bay Packers fueron los ganadores y solo unos minutos después de que el reloj marcara el final del partido, el campo se llenó de jugadores, entrenadores y  directores, todos usando pulóveres y gorras que decían “Green Bay Packers, Campeones de la Súper Bowl”.

Me detuve a pensar cuando vi eso. ¿Cómo ellos sabían qué equipo ganaría? ¿Cómo es que tenían todos esos pulóveres y gorras listos para ser distribuidos en cuestiones de segundos, después de que finalizara el partido?

Al parecer se imprimen las ropas para dos campeones, uno con el nombre de cada equipo. Los organizadores del evento promueven, inmediatamente, la victoria de los Green Bay y satisfacen la demanda de consumo que gira alrededor de todo evento deportivo norteamericano. ¿Pero, qué sucede con los pulóveres de los perdedores, que también dice Campeones de la Copa?

Este año, los pulóveres del equipo perdedor, los Steelers de Pittsburg, fueron donados por la Súper Copa y la Liga de Fútbol Americano a la organización Visión Mundial.

Visión Mundial es un grupo cristiano de ayuda internacional que aceptó la donación como un “regalo en especie”.  Los regalos en especie son las donaciones de cualquier objeto o recurso, excepto dinero.

Esto significa que La Liga Nacional de Fútbol no tiene que pagar impuestos por el costo de los 100 mil pulóveres que donaron y Visión Mundial puede distribuirlos a personas muy pobres, que tienen gran necesidad de estos artículos.

He trabajado y he sido voluntario tanto en mi país como en el extranjero, tratando de alcanzar justicia social e igualdad en este mundo, y como tal, me preocupo. ¿Cómo es posible que los organizadores de un evento, que se realizó en un estadio que costó 1000 millones de dólares, pueden proclamar algún tipo de victoria moral porque donaron 100 mil pulóveres que, en primer lugar, no debieron estar pintados.

¿Y quién decidió que, de todas las cosas que los pobres necesitan, los pulóveres ocupan el primer lugar de la lista?

Mientras más veo la ayuda internacional auto-promocionada, con sus redes expansivas de trabajadores profesionales con altos salarios que necesitan para distribuir esta ayuda, más desilusionado me siento con respecto al concepto como tal.

Pienso que la ayuda privada extranjera se ha convertido en un complejo de ayuda industrial. Las pensiones y los ingresos están atados a la necesidad de tener personas pobres a quien entregar cosas, sin importar si lo necesitan o no.

No quisiera referirme a todos los “regalos en especie”  que provengan de Estados Unidos, pero este ejemplo no es extraordinario. A los estadounidenses les encanta regalar la basura, como si estuvieran haciéndole un favor al mundo.

Entonces miro a Cuba. ¿Cuáles son los “regalos en especie” que este país le hace al mundo? Educación gratuita, como la que estoy disfrutando yo, aun cuando, durante varios años, las escuelas secundarias cubanas han tenido déficit de profesores. Médicos que de forma gratuita prestan sus servicios en el extranjero, sin sus familias, lejos de su patria y con muy pocos recursos, contando únicamente con su profundo sentido del deber.

Y hace solo unas décadas atrás, los soldados cubanos dieron sus vidas para ayudar a derrocar el régimen del apartheid en África del Sur. Estos sí son verdaderos “regalos en especie”. Los pulóveres de los que le hablé son realmente “regalos de conveniencia”.

Con esto en mente, los estadounidenses no deberían preguntarse siquiera por qué la mayor parte del mundo expresa su gratitud al pueblo cubano y a la Revolución cubana. Esto también explica el porqué nadie me ha agradecido por un pulóver de la Súper Liga Americana o de las Coca Cola.

Mientras Visión Mundial espera por la Súper Copa del año próximo y por los 100 mil pulóveres que los estadounidenses no han utilizado, esperemos que Cuba siga dando al mundo lo mejor de ella, o mejor aún, tratemos de seguir su ejemplo.