Misión Ribas en la Habana

Erasmo Calzadilla

HAVANA TIMES — Vagando por una de las calles de la Habana Vieja me sorprendió hace pocos días un rarísimo espectáculo. En una callejuela poco transitada había como cien hombres y mujeres formados y en posición de firme (o lo que ellos entendían por tal). Tanta gente aglomerada, vistiendo todos el uniforme rojo intenso de la misión Ribas es ya un performance impresionante.

Subido al contén uno de ellos echaba un discurso a “la tropa”. Aproveché para estudiar sus rostros. ¡Qué expresiones tan distintas a las nuestras! ¿Será la mezcla de humildad, testarudez y convicción en una idea la que imprime en la mirada ese sello tan poco común acá?

¿Era así como lucían los analfabetos cubanos que en los primeros años se entusiasmaron con la Revolución?

Cuestiones como esas distraían mi mente cuando de repente sonaron los truenos: ¡VIVA FIDEL! ¡VIVA CHÁVEZ! ¡VIVA LA REVOLUCIÓN CUBANA! ¡VIVA LA REVOLUCIÓN BOLIVARIANA! ¡JURAMOS! ¡JURAMOS! ¡JURAMOS! ¡JURAMOS DEFENDER EL SOCIALISMO RODILLA EN TIERRA…!

Juro que en toda mi vida había escuchado esas palabras vociferadas con tanto brío. Cada frase era un cañonazo quebrando el silencio de la mañana y estremeciendo todo en derredor; empecé a temer por los edificios apuntalados y en peligro de derrumbe.

Muy cerca de allí par de borrachos hacían el eco atentando contra la solemnidad del acto; ninguno de los rojos se rió.

La misión Ribas es un proyecto desarrollado por el gobierno venezolano para ayudar a superarse a quienes no han pasado la secundaria. Sin embargo algunos sospechan que su verdadera intención consiste en indoctrinar y manipular políticamente a personas de bajo nivel cultural.

Eso lo leí después pero estando allí, en aquel acto de graduación pletórico de consignas vacías, fue exactamente lo que me pareció.