El “triángulo oscuro” de la equidad social en Cuba

y el criterio de las izquierdas

Dmitri Prieto

Las dos monedas de Cuba. Foto: www.dw.de

HAVANA TIMES — El reciente anuncio sobre la futura unificación monetaria en Cuba no aporta mucho a una visión de los cambios en el tiempo. Ya desde hace mucho se habla sobre tal unificación como uno de los propósitos, y la “Nota de Prensa” divulgada no resulta demasiado explicativa ni tampoco establece nada parecido a un cronograma ni medidas concretas de inmediata aplicación.

Más bien responde a un propósito de mantener visible la intención gubernamental de que la economía cubana se mueva paulatinamente a una moneda unificada, en contra de las opiniones más pesimistas que circulaban al respecto.

Me parecen bien interesantes los comentarios que han circulado al respecto, cuyo peso explicativo gira desde detalladas explicaciones sobre cómo han evolucionado los tipos de cambio cuc vs. cup entre diversas categorías empresariales (Pável Vidal) hasta la función psicológica del tránsito de la doble moneda a la moneda única (Vicente Morín).

Yo mismo he especificado antes de que para la población cubana hoy lo que importaba no es tener una u otra moneda, sino más bien dinero genérico, expresado numéricamente en cualquiera de ambas.

Sin embargo, la Nota de Prensa pone en claro 3 puntos “económicos”:

– La tendencia es que la moneda única que quedará va a ser el Peso Cubano (“moneda nacional”, “peso obrero” o cup) y no el cuc ni una hipotética tercera moneda (se especuló hace años sobre una economía cubana basada en el sucre o en una nueva moneda propuesta denominada tentativamente “mambí”)…

– Al parecer, se garantiza un cambio fijo de cuc vs. cup en 25:1…

– Igualmente –y es algo muy importante- parecen quedar garantizados a nivel de discurso los depósitos bancarios en ambas monedas, así como en divisas extranjeras (contra rumores y algunas viejas experiencias de “cambio de moneda”)…

En cambio, el mensaje “psicológico” –también absolutamente claro- es que nos olvidemos definitivamente del retorno a un cambio 1:1 de la moneda cubana contra el USD… y que aquellas áreas de la economía empresarial donde aún existe tal ficción (así como esa categoría no matematizable llamada “moneda total”) irán ajustándose a la realidad “actual”.

Ahora bien, esto hay que verlo en el contexto de lo que yo llamo el “TRIÁNGULO OSCURO” de la realidad socio-económica cubana, o –más específicamente- de la actual “cuestión social” en Cuba, donde en este caso la palabra “social” remite a justicia social o equidad social.

Continuará…

Dimitri Prieto-Samsonov

Dmitri Prieto-Samsonov: Me defino por mi origen indistintamente como cubano-ruso o ruso-cubano. Nací en Moscú, en 1972, de madre rusa y padre cubano; viví en la URSS hasta los 13 años, aunque ya conocía Cuba, pues veníamos casi todos los años de vacaciones. Habito en un quinto piso de un edificio multifamiliar, en Santa Cruz del Norte, cerca del mar. Estudié Bioquímica, Derecho (ambas en La Habana) y Antropología (en Londres). He escrito sobre biología molecular, filosofía y anarquismo, aunque me gusta más leer que escribir. Imparto clases en la Universidad Agraria de La Habana. Creo en Dios y en la posibilidad de una sociedad donde seamos libres. Junto con otra gente, en eso estamos: deshaciendo muros y rutinas.

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One thought on “El “triángulo oscuro” de la equidad social en Cuba

  • Tenemos el precedente de la implantación de Euro. Un buen día los salarios empezaron a cobrarse en euros y los cajeros de los bancos solo suministraron Euros. Durante un par de meses las tiendas ponían los precios en dos monedas y aceptaban ambas. Al cabo de pocos meses en España era muy difícil encontrar pesetas.

    En Cuba la mitad del trabajo ya está hecho porque ya hay un cambio fijo entre ambas monedas y la población está familiarizada con las dos monedas. Es decir, lo único que hay que hacer es comenzar a pagar los salarios en una de las monedas al mismo tiempo que los bancos mandan la otra moneda al gobierno para destruirla.

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