Assange y los secretos

Dariela Aquique

HAVANA TIMES — En el reciente artículo de mi apreciado Haroldo Dilla, referido al tan mencionado caso de Julian Assange, el manifiesta su aprobación a Wikileaks y su intención de aportar al tan sagrado derecho social de la información y a su ejercicio de la democracia.

Yo me sumo a esta idea, y quisiera aportar algo más desde mi perspectiva. Considero que Assange, es de esos ciudadanos del mundo, que no profesan filiación, ni por la izquierda, ni por la derecha; que es un librepensador apasionado con las posibilidades reales de la tecnología,

La que ha puesto al servicio de las gentes, cuando tantos documentos, cables y videos, revelaron verdades nada convenientes para quienes tienen por el mango, la sartén política y económica mundial.

Por eso Assange, representa un peligro para cualquier Estado, porque secreticos bien escondidos por ahí, los tienen todos.

Esta suerte de quijote cibernético, ha derribado varios molinos furtivos y por supuesto que hay que tenderle un cerco. Y creo que por ahí va la historia de la cristiana sueca y su trauma sexual.

Pero el señor Correa, que hace parte del grupo de los nuevos populistas latinoamericanos, ¿no habrá sido advertido por sus colegas?, del doble filo que puede tener amparar al controvertido Assange.

También es un oportunidad que se pinta sola, para hacer el ya gastado, dime que te diré de los pobres pueblos latinoamericanos, ahora en su condición irrevocable de soberanía y las potencias capitalistas europeas en su afán de irrespetar a los del otro lado.

Pero todos sabemos que la estrategia apunta a la extradición del creador de Wikileaks a Estados Unidos, lo que sería fatal.

Ojalá que la buenaventura acompañe a este hombre, al que tarde o temprano alcanzará el asedio, porque los señores yanquis, no se quedan dados.

Mientras eso pasa, no importa si desde Quito o desde el Amazona, sería genial que Wikileaks, siguiera rompiendo los secretos. Y que tantas vejaciones al derecho humano al ser descubiertas tengan que cesar.

Y ojalá y además eso alcance a mi Cuba, donde el secretismo y los secretos son ya una práctica de vida.