¿Qué ocurre en el confinamiento en Cuba?
Por Ammi
HAVANA TIMES – El confinamiento, aconsejado en todas partes del mundo para evitar la propagación de la pandemia, también llegó a Cuba. A pesar de las constantes advertencias y el continuo mensaje de quedarse en casa, los cubanos lidian con factores adversos a lo dictado.
El tener que sobrevivir en medio de un empeoramiento económico, aumenta los sentimientos depresivos, pesimistas o de desesperanza, lo cual provoca cambios de humor considerables y la decisión definitiva de no asumir el encierro.
Como parte de una organización que apoya a la mujer y estando estrechamente vinculada con las situaciones de violencia de género, me preocupa las dimensiones que pudiera alcanzar esta crisis en el ámbito de la vida social de la mujer cubana.
El Covid-19 no es solo un problema sanitario, es el dedo metido en la llaga de las dificultades económicas, la cuerda floja de la trabajadora, ama de casa, madre soltera, esposa; es la desigualdad, la explotación, es la soledad.
Igualmente, es el peso del trabajo doméstico y el cuidado de los hijos a tiempo completo, es el paréntesis entre la ya normal carencia y una que se avecina mostrando colmillos afilados de desgarre y desamparo. ¿Será que comienza una era de transformaciones más profundas?
Puedo observar la necesidad de tomar iniciativas que protejan realmente la salud y el bienestar de la mujer cubana, hasta ahora desprovista de verdaderos canales en los cuales depositar las distintas problemáticas que nos aquejan.
Luchamos cada día con la consigna diaria de ¿qué llevar a la mesa? Cada día tenemos menos ofertas, y las existentes con precios escandalosos, el aseo casi nulo, las largas colas para lograr lo mínimamente necesario.
La mayoría de las personas padeciendo ansiedad, estrés y desequilibrio emocional en estos días son mujeres.
El Covid-19 ha llegado a reafirmar de que estamos solos, sin trabajo, sin dinero, sin un seguro de vida, sin cuentas bancarias, ni comida en la despensa, sin ayuda humanitaria ni preocupación por parte del Gobierno cubano. Estamos a merced del tiempo, somos literalmente un punto en el espacio, un pequeño punto que a nadie le importa.
Está sucediendo que ya se nos ha confinado a permanecer en casa, a solucionar, a sobrevivir, a soportar, a escuchar, a callar, a callar, a callar.