Un rostro no tan anónimo de la escuela cubana de cine

“Para que el lugar de la Utopía, que, por definición está en “Ninguna parte”, esté en alguna parte…”-Fernando Birri

Por Lynn Cruz

Ybis Caisés

 

HAVANA TIMES — Tal vez porque las manos de mi abuela labraron las tierras de San Tranquilino, territorio donde actualmente está ubicada la Escuela Internacional de Cine y Televisión de San Antonio de los Baños (EICTV), o por los dieciseis años que han pasado desde que colaboro como actriz en ese centro, y le deba mi formación profesional a las experiencias que he vivido dentro de él con prestigiosos profesionales de distintas partes del mundo, entre los que se destacan, Norma Angelery, Argentina, Beatriz Flores, Uruguay y Stephen Bailey, Reino Unido, hace que sienta ese lugar como parte de mi vida.

Y es mayormente en el personal de servicio, en los trabajadores, en los rostros anónimos, donde está una parte importante de la memoria del centro formador.

Afable, cariñosa, pero también directa y sin dobleces, nos encontramos en el pasillo central, a Ybis Caisés.

Su trabajo consiste en conectar a los estudiantes y trabajadores  con el mundo exterior. Ella está encargada de la pizarra telefónica de la escuela, desde diciembre del año 1986, fecha en que se fundó.

HT: ¿Ibis, cómo llegas a la Escuela Internacional de Cine y TV de San Antonio de los Baños?

Ybis Caisés: Por una selección que se hizo en los distintos centros de trabajo de San Antonio, y yo había trabajado con la primera administradora que tuvo la entidad. Me habló del proyecto y acepté. Hubo otras opciones que en definitiva no llegaron a concretarse y me propusieron que trabajara en la pizzarra y aunque no tenía experiencia, aun así decidí venir.

HT: ¿Cómo fueron esos tiempos, tienes alguna anécdota en especial que recuerdes?

YC: Los primeros mementos fueron de aprendizaje, de estar en un lugar completamente nuevo, que consistía en enseñar a hacer cine, cosa desconocida para los que veníamos de un mundo completamente distinto, de “simples” trabajadores. Era diferente también, saber que trabajaríamos con personas de otros países, algo nuevo para mí. Y aunque mi lugar era en la pizzarra telefónica, al mismo tiempo eso me obligaba a relacionarme con todos los que como yo y como los estudiantes empezamos a relacionarnos aquí.

Desde el primer momento me sentí bien, me adapté a las circunstancias del “proyecto”, que era como se le decía al principio, porque no se sabía si iba a funcionar o no. Así me dijeron cuando me hablaron y gracias a Dios hace treinta años que estamos aquí.

Empezamos con Birri, que fue el primer director y que nos dio mucha confianza, desde el principio, a todos los trabajadores, y nos decía que íbamos a hacer un poco de todo, hasta artistas, para ayudar a los muchachos en sus trabajos y así fue.

García Marquez también venía mucho, claro que la personalidad de él se imponía mucho a uno, yo nunca pensé que lo conocería en persona, pues había leído sus libros, imagínate se me paraba aquí y me decía: “Ponme con mi casa en La Habana” y a esa hora trataba de recordar el número, me ponía nerviosa, pero nunca lo olvidé y me pedía permiso para entrar y hablar.

Había mucha unión, si los estudiantes y profesores hacían una fiesta, siempre querían que los trabajadores estuviéramos allí, tal vez porque al principio la escuela era gratis, pero no sé era simplemente distinto, no puedo afirmar nada, porque en ese tiempo, hasta los talleres eran gratis, y éramos pocos, esto ha crecido mucho y eso es algo positivo también.

Imagínate que nosotros aquí conocimos desde Robert Redford en sus buenos tiempos, hasta Stephen Spielberg, Francis Ford Copola, que ha venido como tres veces y, por supuesto, personalidades, actrices, actores, directores de Cuba, que uno no pensaba que podría tenerlos tan cerca. La llegada de Sigourney Weaver también fue un suceso aquí, pero solamente conocer a Spielberg, todos estábamos afuera para esperarlo.

Escuela Internacional de CIne de San Antonio de Los Baños. Foto: cartasdesdecuba.com

HT: ¿Cuáles han sido tu mejor y peor momento, desde el punto de vista personal?

YC: El mejor ha sido aprender cómo se hace el cine, conocer el cine por dentro, de verdad,  no imaginarlo, sino entenderlo. Y el peor fue pensar que la escuela no podría seguir después de tantos años. Te puedo decir que mis mayores alegrías las tengo cuando veo llegar a esos muchachos que durante treinta años han estudiado aquí y siempre vuelven, y ese reencuentro conmigo me emociona mucho.

HT: De esas personas que fundaron la institución, junto a ti, ¿podrías nombrar algunos que como tú continúan trabajando?

YC: Quedamos como ocho fundadores. Teresa Díaz que trabaja en Publicaciones. Estrella Hendrickson, jefa del área de informática. Jerónimo Labrada, subdirector académico. Rigoberto Hernández, en la imprenta. Onelio Luis es vedel en las aulas. Mariolis Robaina trabaja en la parte de producción y Raúl Espinosa en el almacén.

HT: ¿Qué significa el centro para ti?

YC: Ha sido una vida entera de trabajo, porque son treinta años. También el sentido de pertenencia que uno siente sobre ella, que la vio nacer y crecer y que quisiera que perdurara por muchos años, aunque ya yo no estuviera aquí.

HT: ¿Qué se perdería, en caso de que desapareciera, desde tu punto de vista?

YC: Para mí, si desapareciera, sería una gran pérdida, pues ha sido catalogada como una de las mejores, a nivel mundial, porque se trata de que los estudiantes aprendan haciendo, no solo en el aula, si no con los equipos de sonido, cámaras, y es muy importante tener la teoría y la práctica juntas. Además los que llevamos treinta años, y los que llevan veinticinco, veinte años, no vamos a dejar que eso suceda.

Ha sido una fuente de empleo muy importante para el pueblo de San Antonio de los Baños también, pues casi todo el personal de servicio, de oficinas, es de aquí, y eso lo ayuda a una a crecer tanto espiritual como materialmente. La escuela le da vida al pueblo, que no por gusto se ha dicho que es el más filmado de Cuba, hasta pusieron una tarja en el Parque Central que lo dice. Actualmente siguen haciéndose documentales y tesis en San Antonio.

HT: Te he visto actuar en cortos de estudiantes, ahora mismo me viene a la mente Utopía de Arturo Infante ¿Has vuelto a trabajar como actriz?

YC: He cometido el error de no anotar los trabajos en los que he actuado, pero sí tengo el recuerdo del primero que hice, en el año 87, que fue un día entero, por ser la primera vez; allí  dije mi mayor mentira: “que no volvería a hacerlo”, y hasta el año pasado he seguido ayudando.

He disfrutado mucho hacerlo. Aunque pongo resistencia, siempre me convencen y termino aceptando, es inevitable. El año pasado en los ejercicios de tres minutos un estudiante cubano quería que fuera yo su actriz y me dije, ¿qué hago?, ¿le digo que no a un cubano?, no, entonces acepté.

HT: La escuela pasó por una crisis muy dura, de hecho, aún se están sintiendo las secuelas. Muchos trabajadores en ese tiempo se marcharon, ¿por qué seguiste?

YC: Con lágrimas en los ojos, Ibis, me responde: “Por amor” y además nunca pensé en irme, porque en momentos duros, cómo uno va a abandonar el lugar que uno quiere y dónde ha estado tantos años.

HT: ¿Sientes que se está saliendo de la crisis? ¿Qué piensas sobre el presente y el futuro del centro?

YC: Creo que se está saliendo de la crisis, y que la escuela tiene un buen futuro, se está haciendo todo lo posible porque sea así. Pero como un llamado de alerta, como fundadora pienso que los que llegan deben aprender a amarla, y a entender la importancia que tiene en el país y en Latinoamérica, aunque también hay personas de otros lugares, de Francia, África, Alemania, Inglaterra. No por gusto tantos estudiantes, cada año que se hacen las convocatorias, quieren ingresar en la escuela.

6 thoughts on “Un rostro no tan anónimo de la escuela cubana de cine

  • Nuestro provincianismo aflora en esta entrevista; se mencionan los artistas y directores norteamericanos famosos que por alli han estado y se ignora a los nuestros, muchos tan buenos o mejores, no pudo faltar la muy famosa “Siwogne Wieber”, mas conocida como Sigourney Weaver…

  • Cuba debe ser el único país el mundo donde todavía hay personas “encargadas de la pizarra telefónica”, un trabajo que en el mundo real hace décadas realiza un aparato del tamaño de un teléfono de mesa. Debe ser por eso que el del “realismo mágico” se aficionó tanto, nunca pensó que Macondo existía de verdad.

    ¡Gracias Fidel!

  • Una pizarra telefónica? eso es una escuela de cine o un museo?

  • En honor la verdad, esa escuela debería llamarse “Macondo” porque aquello sí un verdadero “Realismo Socialista”. La escuela -quiźas-, más o menos, saldrá adelnate, pero San Antonio de los Baños necesitará otro sistema para mejorar su porte y aspecto. Está en una crisis y un destamparo totales.

  • y ya Vilma no esta? Ellas compartian turno

  • Gracias Ybis por tu amor a cada uno de tus alumnos eictvianos.Te queremos simplement como un ser humano que nos enseno mucho sobre el sentido de la vida.Besos ybis nos vemos el proximo ano en la eictv como cada ano dèsde 1989.Dimitri ex alumno e profesor en la eictv.

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