Mayo Teatral desde Casa de Las Américas

“no tenemos más alternativas que unirnos”

Helson Hernández

Vivian Martinez Tabares

HAVANA TIMES — Vivian Martínez Tabares, especialista de teatro del evento, nos brinda detalles de la gran Temporada de Teatro Latinoamericano y Caribeño, con fecha del 16 al 25 de Mayo en La Habana.

HT: ¿Cómo resumir la esencia de Mayo teatral?

Vivian Martínez: Mayo Teatral es una Temporada de Teatro Latinoamericano y Caribeño que organiza la Dirección de Teatro de la Casa de las Américas cada bienio. Constituye un espacio de encuentro e intercambio fundamental, a partir de que reúne parte de lo mejor y más activo de la escena de la región, por medio de un programa de espectáculos que son seleccionados por su calidad a través de una curaduría, pero también de talleres, diálogos y desmontajes de procesos de creación, y de un Encuentro de Teatristas Latinoamericanos y Caribeños, en el que confluyen todos los participantes para conocerse de cerca y profundizar en sus trabajos.

HT: ¿Sobre sus orígenes?

VM: Mayo Teatral nació como un complemento a eventos teóricos celebrados por la Casa en 1998 y 1999, y a partir del 2001 se convirtió en la Temporada que es hoy. Se dirige a cumplir tres líneas fundamentales: la actualización de los espectadores cubanos acerca de la escena latinoamericana y caribeña con una muestra selectiva de parte de lo mejor que se hace hoy; la superación, sobre todo de jóvenes teatristas, en los talleres que imparten varios de los maestros que viajan al frente de los grupos, y el encuentro, que tiene lugar cada día pero al que se destina especialmente un espacio el lunes que siempre está en medio, pues el evento comienza un viernes y cierra el domingo de la semana siguiente.

Hay que resaltar también que la temporada de Teatro Latinoamericano y Caribeño Mayo Teatral se crea como una forma de rescate y continuidad del espíritu de los festivales de teatro latinoamericano que impulsó la Casa de las Américas entre 1961 y 1966. Hoy proliferan muchos festivales de diverso carácter, y queremos significar que aquellos fueron pioneros de su tipo, y expresivos del espíritu de integración que siempre anima nuestro trabajo.

HT: ¿Qué considera ha podido aportar este evento desde su historia?

VM: Esa pregunta deben responderla mejor los espectadores y críticos, pero creo que Mayo Teatral ha aportado una mirada abierta y desprejuiciada hacia las distintas tendencias que animan la creación escénica en la América Latina y el Caribe, hasta donde nos ha sido posible en términos materiales. Ha contribuido a ensanchar los horizontes culturales de mucha gente, incluidos los propios teatristas participantes que se nutren de la confrontación y de la admirable riqueza de propuestas que están vivas en la labor de artistas y grupos. Y no son pocos los proyectos de colaboración que se han abierto a partir del encuentro de muchos de ellos entre nosotros.

HT: ¿Algún Propósito especial en la edición de este año?

VM: Este año Mayo Teatral tiene como eje temático el cruce, entendido en su faceta geográfica, cultural y de lenguajes. Nuestra región es un territorio de cruces diversos y cada una de las puestas en escena elegidas es expresiva de esta cualidad. Hay cruces del teatro con la literatura, y dentro de ella con la narrativa, la poesía y el ensayo, con el cine mudo, con la música, con los títeres y de modo insistente con el video, que es una presencia recurrente esta vez, en diálogo y contrapunto con el trabajo del actor en vivo. También hay otro tipo de cruces con textos escritos en un país y representados en otro, clásicos recreados a la luz de contextos específicos de Latinoamérica, y todo eso invita a una reflexión sobre los diversos modos en que se expresa la identidad cultural.

HT: ¿Los participantes y las propuestas?

VM: Doce grupos de seis países y trece espectáculos.

De Bolivia, vuelve el Teatro de los Andes en una nueva etapa de su trabajo, con Hamlet de los Andes, y Kiknteatr con Romeo y Julieta de Aramburo; de Brasil, Boa Companhia con Primus, concebido a partir del “Informe para una academia”, de Kafka, y el Coletivo Teatro da Margem con Potestad, el emblemático texto de Eduardo Pavlovsky, y Memorial de silencios y margaritas, que tiene entre sus fuentes materiales de Eduardo Galiano; de Ecuador, regresa el Grupo Teatro Malayerba con Instrucciones para abrazar el aire, en la cual la historia reciente de Argentina y la política se traducen en poesía escénica de la mejor.

De México, el Teatro de Ciertos Habitantes, un grupo que es referencia de búsquedas interculturales e interdisciplinarias con alto nivel artístico y que con El automóvil gris pone a dialogar un clásico del cine mudo mexicano y formas orientales de actuación; de la República Dominicana, la Compañía Nacional de Danza Contemporánea, que dirige la maestra y coreógrafa cubana Marianela Boán, con Sed.

Y de Cuba, cinco propuestas de cinco grupos muy destacados en el panorama actual: El Ciervo Encantado con Un elefante ocupa mucho espacio, creada a partir de uno de los cuentos del libro Monigote en la arena, de Laura Devetach, merecedor del Premio Casa de las Américas en Literatura para niños y jóvenes en 1975; el Estudio Teatral de Santa Clara con Hojas de papel volando, unipersonal de la actriz Roxana Pineda a partir del libro homónimo de poesía de la actriz colombiana Patricia Ariza; el Teatro de las Estaciones con Alicia en busca del conejo blanco, que tima como punto de partida varios textos de Lewis Carroll y conjuga actores y muñecos; el Teatro de la Luna con Matrimonio blanco, del polaco Tadeusz Rozewicz, y Teatro el Público con Antigonón, un contingente épico, lectura compleja de múltiples fuentes propias y foráneas. Esta rica diversidad de propuestas estará en disímiles escenarios capitalinos, la sala Llaurado, Centro Cultural Bertolt Brecht, Teatro Mella, Guiñol Nacional y Trianón, además de la salita del Ciervo Encantado y la propia Casa de las Américas, localziadas todas en el céntrico vedado habanero.

HT: ¿Cuba ante el contexto teatral latinoamericano?

VM: Creo que tenemos cosas que mostrar y muchas otras que aprender, en varios órdenes. El devenir del país y de la sociedad nos aproxima cada vez más al resto de la América Latina y, a pesar de los esfuerzos hegemónicos por impedir la integración, no tenemos más alternativas que unirnos, dialogar, aprender unos de los otros y desde la conciencia de las diferencias, defender lo que somos.