Dificultades de la crítica literaria en Cuba

Redacción IPS Cuba

Leonardo Padura. Foto: David Garten

HAVANA TIMES, 7 ago.- Visiones entrecruzadas de intelectuales cubanos sobre el estado del arte de la crítica literaria en la isla caribeña en los últimos 30 años se resumen por vez primera en el libro “Crítica literaria cubana entre el fuego de dos siglos” del investigador José Antonio Michelena.

Publicado en 2010 por Ediciones Matanzas y hace poco en venta en las librerías del país, el texto muestra los resultados de dos encuestas realizadas por la revista cubana Revolución y Cultura antes y después del inicio del siglo XXI, en 1990 y en 2005, sobre una actividad arraigada en el país, pero que ha perdido fuerza en los último años.

El libro presenta las opiniones de 16 profesionales de Cuba sobre el tema como Rinaldo Acosta, Teresa Blanco, Madeline Cámara, Alberto Garrandés, Eduardo Heras León, Virgilio López Lemus, Margarita Mateo, Leonardo Padura y Emmanuel Tornés, entre otros profesores universitarios, editores, críticos y ensayistas.

Las personas encuestadas respondieron interrogantes sobre aspectos como el lugar de la crítica literaria dentro de la literatura cubana actual, polémicas en su seno, deficiencias, desarrollo de las distintas especialidades dentro de ella, formación del crítico literario y condiciones, estímulos y publicaciones para ejercerla.

Leonardo Padura, escritor:  “El problema es que a nadie le interesa hacer crítica en un país donde no se practica la crítica. Y hablo en sentido general tanto como en el particular de la crítica literaria”.

Madeline Cámara, crítica: “Observo (…) el surgimiento de una nueva moral entre nuestros jóvenes críticos que exige de ellos un ejercicio más profesional”.

(Fragmentos tomados de “Crítica literaria cubana entre el fuego de dos siglos”)

La escasez de espacios que acogen a la crítica literaria, poco o nulo debate dentro de ella, la persistencia de vicios de antaño en el cultivo de este género y la preferencia por parte de los autores de publicar en revistas foráneas, figuran entre los principales tropiezos que encuentra hoy esta necesaria mirada a las letras cubanas, según Michelena.

Tras la restricción editorial que provocó la crisis económica iniciada en los años 90 del siglo XX, esta labor se resintió en la nación caribeña. Aunque, en 1969, el intelectual y comunista cubano Juan Marinello la declaró en crisis.

En la actualidad, “un considerable número de poetas, narradores y ensayistas establecidos, que ejercían la crítica, ya no lo hacen; excepto en las revistas electrónicas”, apuntó el autor de “Crítica literaria cubana entre el fuego de dos siglos”. Para él, existen “desequilibrios” y “lagunas” en el género dentro del país.

Asimismo, explicó que “el atraso con que circulan las pocas revistas cubanas de estudios literarios les bloquea el acceso a los índices internacionales de revistas científicas, con lo cual nuestros académicos pierden oportunidades de visibilidad, prestigio y apoyo para sus proyectos”.

El también narrador y periodista destacó el trabajo del Centro Cultural y la revista Criterios, proyecto que lleva hace más de 30 años el crítico Desiderio Navarro, por la socialización de textos teóricos sobre artes y ciencias sociales en diferentes formatos.