Una vivienda se prende en llamas por la explosión de una motorina
Por Osmel Ramírez
HAVANA TIMES – En estos días estoy de visita en la Habana, la capital de todos los cubanos. Entre otros acontecimientos que me ha tocado presenciar inesperadamente, como el nacimiento prematuro de un sobrino político, también me tocó ver de primera mano a una vivienda ardiendo en llamas por la explosión de dos motorinas; una hipotéticamente provocó el siniestro.
Ocurrió en el Reparto Eléctrico, del municipio Arroyo Naranjo, donde me estoy quedando. Muy cerquita de la casa de los parientes que me dan hospedaje. La vivienda se prendió en llamas al explotar en su interior y fue impactante ver la magnitud del fuego y lo fulminante del siniestro. No da tiempo a nada, es como una bomba.
En la casa se encontraba la pareja que la habita y su hija pequeña, solo les dio tiempo correr por sus vidas fuera del domicilio. No sufrieron daños físicos pero perdieron todos sus bienes consumidos por el fuego, incluída la motorina. Los bomberos tardaron una hora en acudir y en apagarlo alrededor de 20 minutos. Pero ya los daños eran muy significativos.
Entre los vecinos agrupados observando todo se decía que el señor de la casa es mecánico de motorinas y una de las dos quemadas era suya, mientras que la otra era de un cliente. Suponían que la que inició todo podría ser la que estaba en reparación, y se especulaba que “seguramente estaba haciendo alguna adaptación que salió mal”. Pero el damnificado estaba perplejo y no decía palabras, solo cargaba atónito a su pequeña hija mientras veía todos sus bienes consumirse por las llamas.
Fue una escena dantesca y desde entonces tengo pánico porque tengo una motorina que guardo de noche dentro de la casa. Sería impensable dejarla fuera porque dentro está en peligro de ser robada con los ladrones que se meten en las casas de noche, qué diremos fuera. Un merengue en la puerta de un colegio. Pero alguna solución hay que buscar porque una motorina en Cuba es una bendición por los problemas que hay con el transporte y, al mismo tiempo, pone en peligro la propia vida y el resto de los bienes. Una gran paradoja.
Hay que protegerla del calor, al sol lo menos posible. No debe dejarse cargando de noche, hay que tenerla en una habitación aislada, que permita salir de la casa en caso de incendio, no hacer adaptaciones, en fin, hay que tener ciertos cuidados.