Autor: Irina Echarry

Viajando en sueños

Irina Echarry

Frente a mi edificio hay dos bancos donde algunos jóvenes de la cuadra se sientan a conversar. En estos días de frío, cuando bajo al perro para que camine, me he sentado cerca de ellos y he podido escuchar su plática. La mayoría grita, así que no es difícil entenderlos. Casi todos quieren irse del país.

Son muchachos y muchachas entre los 15 y 25 años. Debieran pensar en otros temas: el estudio, el futuro, las relaciones amorosas, los conciertos… etc.

Sin embargo, pasan los fines de semana y las noches sentados en esos bancos, imaginando si estuvieran en “la Yuma,” si tuvieran un carro, si pudieran irse para la playa de Cancún… eso me causó gracia cuando lo escuché, pero a la vez me asusta.

Esperanza de viajes

Irina Echarry

Viajar es una constante en el pensamiento de los cubanos.

Será por las prohibiciones a la hora de salir al extranjero (el cubano que desea viajar debe recibir una carta de invitación, no puede solicitar la visa e ir directo al aeropuerto a comprar un pasaje), o por las dificultades que hay que enfrentar cuando el viaje es dentro del país (demora en la compra del pasaje, retraso en la salida de los ómnibus). Pero una vez que se materializa la intención, el cuerpo y el alma lo agradecen.

Hay muchos rumores en la capital del país. Las “bolas” se corren de boca en boca, se agrandan y el Estado no dice nada definitivo sobre el tema.

Se comenta que van a eliminar la Tarjeta Blanca, el permiso de salida que otorga el gobierno cubano a sus ciudadanos para poder salir del país.

Violencia hacia las mujeres: ¿dónde?

Irina Echarry

Niña cubana.  Foto: Caridad

Es una frase que puede aparecer continuamente en los titulares de cualquier periódico del mundo. Asesinos en serie, maníacos sexuales, jefes acosadores, machistas latinos, esposos acomplejados, hijos resentidos y padres o tutores frustrados.La violencia hacia nosotras puede venir de cualquier rincón y lucirse con letras inmensas, rojas o negras en primeras planas o, simplemente, en las páginas dedicadas a los decesos.

En mi país, a pesar de que hay personas (muy profesionales) que estudian la violencia de género, apenas se menciona el tema. A no ser que se vaya a hablar de la violencia que sufren las mujeres mexicanas, norteamericanas o chilenas… no hay espacio para más.

Lo otro es esperar algún evento específico para escuchar conferencias o ponencias, pero la gran mayoría de las mujeres cubanas casi ni se enteran de que esto sucede.

Chapa Numero 40787

Irina Echarry

Malecon de La Habana.  Foto: Bill Hackwell

Cuando se habla de la violencia contra las mujeres en Cuba, hay que decir que las que viven fuera de la capital son las que peor situación tienen. Allí, el machismo (de ambos sexos) es más fuerte, las costumbres cambian menos que en la ciudad, hay menos opciones laborales y una serie de condiciones socio-económicas y culturales que posibilitan las conductas de agresividad hacia ellas.

Hace unos día, al subir a la guagua mis ojos tropezaron con un hombre vestido de uniforme que “jugaba” (esa fue la primera impresión) con su “novia.” Ella, sentada; él, de pie a su lado. El modo de apretarle el cuello con todo su brazo me pareció muy tosco para un juego. Enseguida comprendí de qué se trataba la cosa.

Marcas ¿en la piel?

Irina Echarry

La bijirita de Nena.

Me gustan los tatuajes. No todos, por supuesto. En mis años de adolescente me pareció gracioso un dibujo minimalista que vi en algún catálogo. La foto mostraba el pubis de una muchacha, un muñequito con una segadora que “cortaba” el césped de bellos púbicos. Pensé que si algún día marcaba mi piel con algo, sería con esa imagen.

Pero no me decido. Pienso que pudiera aburrirme del diseño que me haga y luego estaré arrepentida. Como le pasó a Carlos Miguel que lleva en el hombro izquierdo el retrato del Che. Le gustaba su figura, lo veía como un salvador, un luchador por las causas nobles.

Nunca ha estado tranquilo con la calidad del dibujo que le hicieron, cree que le falta la mirada profunda de las fotos, la que hace que muchos lo admiren y otros lo tilden de buen actor frente a las cámaras.

Fumar o la soledad

Irina Echarry

Anuncio que promueve fumar.  Foto: Irina Echarry

La cajetilla de cigarros en primer plano, blanca, roja y azul. Un grupo de muchachos alegres tomados de las manos, al fondo unas letras que dejan claro su intención de venta: Soy Compañía.

Si algo distingue a cada una de las generaciones que conviven en la isla, además de la falta de fe en un futuro mejor, es la soledad. Los cubanos y cubanas no escapamos del angustioso vacío que vive dentro de cada ser humano de este mundo adverso.

Ya sé que habrá muchos que piensen que tengo una visión amarga y deprimente de la vida, pero es normal que frente a la incomprensión, la frustración de los deseos o la falta de comunicación con el otro nos sintamos solos.