¿Racista o qué?
Rosa Martinez
HAVANA TIMES — Cuando niña no hubiera aceptado que nadie me dijera que había racismo en Cuba. En la escuela me inculcaron que en mi país no había prostitución, miseria, drogadicción ni racismo.
Desafortunadamente viví los años del período especial para ver resurgir las tres primeras, y del último pude averiguar que nunca dejó de existir.
Ni siquiera mis padres, maestra de primaria una, carpintero el otro, me hablaron del racismo heredado de antaño.
Desafortunadamente, el racismo que todavía perdura en nuestra Isla no está determinado solo porque los negros están relegados a empleos de segunda categoría y no llegan a ocupar puestos importantes en la sociedad cubana.
En ocasiones los rezagos racistas se perciben más fácilmente en situaciones comunes y corrientes, como la que cuento a continuación.
Mi niña y yo salíamos del círculo infantil con destino a casa. A mitad de camino decidí visitar primero una amiga enferma que vive cerca de la institución escolar.
Conversé durante media hora con la enferma y me alistaba para partir cuando Gissel, dijo curiosamente: “mami ¡qué negro es Eduardo! es igual que Ángela”.
Me sorprendió el comentario de mi niña, pues pertenecemos a una típica familia cubana donde lo mismo te encuentras a un negro, un jabao o un trigueño, de todo menos un blanco de pura cepa. Que le llamara la atención lo negro que era Eduardito estaba más allá de mi entendimiento.
Lo que sí sé es que mi amiga se molestó muchísimo y le dijo: Si Gissel, Eduardito es bien negro, pero tiene los mismos derechos que tú.
Al principio sentí un poco de vergüenza por la situación en la que me había puesto mi niña, le respondí sin pensarlo dos veces: si, mimi, él es negro como Ángela, también como tu tío Fabián, tu prima Lina, y como unos cuantos más de la familia.
Aunque mi primer pensamiento fue creer que mi hija iba ser racista, después me pregunté si en realidad ella era medio racista o mi amiga era medio estúpida.
Hay extremos. Y los extremos se tocan.
¿La niña dijo que no quería jugar con el negrito o simplemente constató que vio una característa que le llamó la atención?
Ni la niña es racista ni la amiga es estúpida.
La niña hace lo propio de su edad: observar y descubrir el mundo.
Y la amiga hace lo suyo: explicarle a los niños cœmo son las cosas.
Mi hijo, en kinder, insistía en que su amiguito chino abriera los ojos. ¿Eso lo hace racista? Porque ya están en tercer grado y siguen siendo amiguitos. Ahora el ha visto mas niños y ya comprende que los chinitos andan con los ojos cerrados. También que son mas flaquitos y eso les da ventaja en las carreras.
Comentar sobre las diferencias no es racista. Las diferencias de color no son deficiencias ni reconocer o identificarlas tampoco es racista. La nina hizo una observacion al igual que a veces oimos decir: “que blanco o que jincho es tal y tal,” pero no es una declaracion moral. La adulta esta proyectando su propio racismo de pensar que hay que borrar diferencias. Cuando vemos los colores en una caja de pintura no somos racistas por identificar los colores verdad? Es distinto decir este color tiene mas o menos derechos que el otro por su color.
Diria un amigo “No hay que exagerizar que con exagerar basta” la niña probablemente hizo una referencia de tipo cromática, a la que no hay que buscarle la quinta esencia semántica – semiótica, si tu o tu amiga son de los que no les gusta la carga semántica de la palabra “negro” (a mi particularmente no me molesta que me llamen negro y me parece que cambiar los términos no eliminara el racismo) puedes explicarle a tu hija sobre el uso de la palabara y demás, pero tampoco creo que haya que buscarle la quinta pata al gato por un comentario como ese.
Lo que no entiendo es la llamada de atencion, nunca he visto a nadie responder asi simplemente porque un niño diga. “Mami eduardito es bien blanco” … parece en ocacaciones que da pena decirle a alguien negro.. yo soy negro, y nunca me ha molestado que me digan que soy negro.. la respuesta correcta creo que es si, es negro y punto… como mismo hay personas que son blancas…. EL miedo irracional a no llamar las cosas por su nombre es lo que genera el racismo.. un tabu con decirle negro al negro y blanco al blanco … Siempre y cuando en la actitud del hablante no se lleve un acitud degradante ….
Imaginemos que la niña hubiese dicho:
– “Mami ¡qué rubio es Eduardo! es igual que Ángela”.
¿Hubiera respondido la madre molesta con esta frase?:
– “Sí Gissel, Eduardito es bien rubio, pero tiene los mismos derechos que tú”.
Probablemente no.
El comportamiento de la madre en el caso relatado proyecta una carga racista, pues el comentario infantil de Gissel es totalmente inocente y no tiene contenido alguno de racismo.
El hecho de que la situación descrita haya sido percibida como “embarazosa” por los particiantes en ella, manifiesta el racismo subyacente en sus conciencias. Posiblemente Gissel haya sido la única libre de ese sentimiento.
Si, a la amiga se le fue la mano. De pronto quizo dar una leccion educativa a una niña que simplemente supo distinguir colores. El racismo tambien esta en las mentes de los negros (de nosotros) y se activa automaticamente al escuchar la palabra negro. Solian decirme mulatico, mi piel es carmelita. Un buen dia explique que no soy mulato, soy de la raza negra, asi que prefiero me digan negro. Para algunos usar la palabra negro es doloroso en situaciones normales, no sale por la boca, se atasca. En cambio para ofender se desliza suavemente. Yo mismo he tenido que aprender a decir- Voy detras del señor negro con camisa de rayas.- Bueno, ya podran ver cuantas veces escribi Negro en este texto.
Yo no distingo bien la diferencia entre mulato y negro. Visualmente. He conocido personas que creo que son mulatas y se ofenden y me dicen que no trate de aclararlas porque son negras. Ciertamente, me parecen muy claras pero ellas insisten en que son negras.
“De lo que no nos enteras a claridad es si la amiga es estupida negra o solo estupida” …en verdad que este havana times se la zumba!