La triste historia de Raúl

By Jancel Moreno

Foto: americatv.com

HAVANA TIMES — Desde el 4 al 18 de mayo en nuestro país tiene lugar el acontecimiento más importante para la comunidad LGBT cubana, la jornada contra la homofobia y la transfobia.

Este año viene marcado con la peculiar y necesaria campaña del Cenesex “por escuelas sin homofobia ni transfobia”.

Todo parece perfecto, cada día el tema de la homofobia y la transfobia parece ir superándose, pero existe un problema más, uno que aún persiste y no se ha podido ni siquiera controlar, la prostitución.

A continuación presento la historia de Mario, un amigo mío, es basada en hechos reales y creo que eso es lo peor del asunto:

Adolescente, él tiene 19 años, su nombre es Mario Hernández, vive en Alamar, con sus abuelos, no estudia, pero trabaja, trabaja su cuerpo cada día en el gimnasio, para estar perfecto físicamente, Mario vive de su cuerpo.

Es viernes, sale de Alamar y llega a su destino, El Vedado. Caminando por toda la calle 23 va nuestro chico, con un andar totalmente masculino, que podría enamorar a cualquier muchacha que lo vea.

Llegó, el lugar está que se revienta (así dice él para referir que está lleno), en el BimBom, en Infanta y 23 no falta nunca el turista, eso es punto seguro.

Mario lleva un pantalón ceñido a su piel, que le hace resaltar sus herramientas de trabajo, por delante y por detrás.

En la pared del Ministerio de Relaciones Exteriores, se fuma un cigarrillo, mientras trabaja mirando a un señor de unos 55 años aparentemente, que según él, podría ser su padre.

El hombre se acerca, se presentan ambos, esta vez ya no es Mario, ahora nuestro amigo se llama Raúl. El turista fue bastante directo, le preguntó ¿cuánto pides por una noche?

Raúl hace silencio para dar un poco de imagen e interés, pero ya tenía pensada de antes la cifra, 40 CUC por toda la noche de sexo cubano. El extranjero acepta y lo lleva a la habitación número 3 del hostal Inés, en la misma calle Infanta.

El cuarto está perfectamente adaptado para el encuentro; entran y comienzan a besarse lentamente, Raúl por un momento siente que su teléfono vibra y pide ir al baño y que así Andrés vaya desnudándose.

En el baño revisa su teléfono, tiene una llamada perdida de su novia; sí, Mario tiene novia hace ya bastante tiempo, pero según él, tiene que vivir.

Termina en el aseo y sale ya en paños menores a la habitación, allí lo esperan para comenzar la faena.

Antes de empezar Raúl advierte que sin condón no habrá sexo, el turista se rehúsa, pero lo convence de que si le paga 100 cuc podría hacerlo sin protección. Ambos están de acuerdo y por fin comenzó el juego.

A las 7 de la mañana Raúl despierta, ve a su lado una nota y un sobre con 150 CUC. El mensaje decía: “Gracias por todo el placer que me diste, espero que nunca me olvides, ya formo parte de ti”. Extrañado de lo que acababa de leer, sale y va a su casa en el reparto de Alamar.

Hoy 7 de mayo hacen dos años de esa historia, y Mario Hernández ahora está aquí, en mi casa, llorando, y dándome la noticia de que tiene VIH.

4 thoughts on “La triste historia de Raúl

  • Esta cuenta es probablemente la historia más triste que he escuchado. Ese pobre chico, y su novia. Estos hombres atacan a toda esta gente.

  • Ningún dinero en cualquier cantidad paga una posterior vida de enfermo de SIDA. No vale la pena exponerse a un posible contagio solo por unos cuantos fulas más. Mi compasión por Mario. Espero que este joven tenga gente que lo ame y lo apoye en esta dificil y dolorosa fase de su vida donde se encuentra.

  • Triste, si. Pero ponerle precio al riesgo es una soberana estupidez.

  • Yo vivía cerquita del Bimbón de 23, el espectáculo allí por las noches era simplemente dantesco, lleno de Marios y Marias, y por supuesto un montón de viejos extranjeros que allí iban a “cazarlos”; yo creo que ellos (los Marios y Marias) simplemente buscan el camino más fácil para resolver el problema económico, hay otros caminos, tal vez más largos pero menos riesgosos.

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