Julio Antonio Fernández Estrada

Al pan ¿pan? y al vino…

¡Oh Ceres, escucha nuestras plegarias, nosotros que no podemos cultivar el trigo, que debemos otear el horizonte y esperar al barco que lo trae de parajes donde sí crece feliz con su color de sol! Ceres, nuestro arroz no basta para alimentar al pueblo, hemos olvidado la técnica de pasar la yuca por un guayo, las niñas y niños de los campos y ciudades no saben qué es el casabe.

En Cuba, lo mío segundo

Un amigo cubano, residente en Ecuador, me dijo hace unos días, en una visita de pocas horas a La Habana, que era más fácil que su hija pequeña nacida en Cuba, se convirtiera en ciudadana ecuatoriana, que una niña nacida en La Habana, con madre domiciliada en Santiago de Cuba, se convirtiera en habanera.