Un pequeño pueblo arropa a una mujer que planta cara

González Martínez, peluquera de profesión, no es nueva en esto, pero sí está notando un cambio reciente entre quienes la rodean. / Yasmary González Martínez/Facebook

Por Mercedes García (Confidencial)

HAVANA TIMES – Hasta el pequeño pueblo de Las Tosas, a 11 kilómetros de Sancti Spíritus, llegó un agente de la Seguridad del Estado en moto a preguntar qué estaba pasando. ¿El motivo? Una sencilla casa de color azul apareció plagada de enormes pintadas en un blanco que hacía destacar aún más el texto. 

“Miguel Díaz-Canel, vete de Cuba”, “Abajo la dictadura”, “No al comunismo cubano”, “Libertad”, “No más hambre”, “No más apagón”, “Libertad para Cuba”. Apenas queda un hueco en la fachada y la entrada a la vivienda de Yasmary González Martínez, que no dudó en fotografiarse dibujando con sus dedos la simbólica L con que los activistas reclaman libertad.

“Anoche –contó este miércoles a 14ymedio– vino un agente de la Seguridad del Estado en una moto. Me amenazó, lo mismo de siempre. Dijo que quitara los carteles pintados en las paredes de mi casa y discutimos. Los vecinos, al escuchar mi voz, salieron a preguntarme qué pasaba y el tipo se fue”. 

González Martínez, peluquera de profesión, no es nueva en esto, pero sí está notando un cambio reciente entre quienes la rodean. “Mis vecinos comentan que tengo razón, aunque no se manifiestan”, explica a este diario. “Hasta ahora no han hecho actos de repudio, mis vecinos no se prestan para eso, ya que cuando la Seguridad del Estado viene a mi casa, ellos salen para la calle, y si me tocan, ellos me defienden”. 

La espirituana argumenta que pintó las paredes de su casa para expresar que no tiene “miedo a la dictadura, que existe un futuro”

Según González, el Gobierno cubano “juega con el dolor del pueblo” y no le interesa cómo sobrevive. “Es tan grande el odio que este desgobierno ha sembrado en el corazón de cada cubano que queremos que se vaya del poder”, sostiene.

La espirituana argumenta que pintó las paredes de su casa para expresar que no tiene “miedo a la dictadura, que existe un futuro”. Cuenta que está cansada de que los niños estén mal alimentados, de que los ancianos no tengan medicamentos y de que haya presos políticos. “Ya no queremos más hermanos muertos por el comunismo implantado en Cuba, ya es la hora de romper las cadenas que nos tienen atados por más de 60 años”, clama.

González ha comprometido su propia casa para dar voz –precisa– a los espirituanos, pero su cartel no es el único que ha habido en la Isla contra el Gobierno en los últimos días. Uno de los que más popularidad ha alcanzado es el que apareció en playa El Tenis, en el viaducto de la ciudad de Matanzas, en la que se podía leer “Díaz-Canel singao”.

Por este tipo de pintadas contra Díaz-Canel o el Partido Comunista de Cuba (PCC) se han producido detenciones y penas de prisión en Cuba recientemente. Es el caso de Yasmany González Valdés, que fue procesado en febrero por propaganda enemiga y para quien la Fiscalía pedía 6 años de prisión, de los ocho que puede suponer este tipo de delito. En su caso, el activista reconoció ser el autor de varios carteles en La Habana en los que se podía leer, simplemente, “No al PCC (Partido Comunista de Cuba)”.

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