Nuevo invento del Gobierno cubano ante la escasez de huevos

Criar codornices en lugar de gallinas

Vendedor informal de huevos de codorniz, en La Hanana. (14ymedio)

Los medios oficialistas se deshacen en elogios hacia el producto

Por 14ymedio

HAVANA TIMES – El Gobierno cubano pretende “incorporar” la carne y los huevos de codorniz a la dieta de los cubanos, según informó este lunes la televisión oficialista. El objetivo, según sus palabras, es alcanzar la “soberanía alimentaria”, el eufemismo que suelen utilizar como sinónimo de la escasez, creciente cada día.

Hace unos días, un reportaje en Perlavisión adelantaba que en Cienfuegos se está incrementando la producción de esta ave. Concretamente, en la Unidad Empresarial de Base Primero de Enero, en el municipio cienfueguero de Palmira, aseguran tener en estos momentos 39.000 animales, que esperan que lleguen hasta los 60.000 antes de terminar este año.

Los empleados de la Empresa Avícola provincial explican que cada codorniz pone entre 280 y 300 huevos al año, mientras que una gallina pone en el mismo período entre 240 y 250 piezas.

Los cubanos de la calle siguen objetando. Un joven habanero, sentenciaba: “Eso no rinde, es muy chiquito”

De igual manera, destacan que las codornices son muy precoces y pueden poner huevos desde los 45 días de edad –mientras que para las gallinas hay que esperar seis meses–, que “se cría fácil, con buen temperamento” y que alimentarlas es más barato: con lo que se alimenta una gallina se satisfacen a tres codornices.

Los cubanos llevan un tiempo viendo, no sin sorpresa, que tanto en el mercado negro como en los sitios online de entrega a domicilio venden estos huevos, mientras ven desaparecer los de gallina. “Pequeños pero sabrosos, ideales para hervir y colocar en la ensalada, pero claro, para una tortilla imposibles”, califica una vecina de Centro Habana que los ha comprado a 300 pesos el cartón con 30 unidades de huevos de codorniz.

Los medios oficialistas se deshacen en elogios hacia el producto: “Aunque un tercio más pequeño, tiene igual kilocalorías, igual grasa y lo supera en proteínas”. Además, aporta menos a los niveles de colesterol, “es mucho más nutricional, tiene mayor digestibilidad y aumenta la hemoglobina”.

Frente a ello, los cubanos de la calle siguen objetando. Un joven habanero, sentenciaba: “Eso no rinde, es muy chiquito”.

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