Impunidad para colono acusado de atacar a comunidades mayagnas
El colono Ariel Castro fue liberado por gestiones de partidarios del FSLN, a pesar de ser señalado de atentados contra indígenas
HAVANA TIMES – La dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo liberó, sin ninguna investigación, al colono Ariel Castro, señalado por comunitarios indígenas mayagnas de ser el autor intelectual de un atentado en Amtrukna, en el Caribe Norte de Nicaragua, en el que resultó herida la ciudadana Esmelda Palacio, denunció el ambientalista, Amaru Ruiz.
Este colono, de acuerdo a la denuncia hecha por Ruiz, ha sido acusado en múltiples ocasiones de ataques en los territorios mayagnas.
Castro había sido detenido como parte de la investigación por el atentado contra Palacio, quien después de denunciar la constante presencia de colonos en sus tierras fue herida de bala y le incendiaron su casa.
«Esta liberación deja en impunidad el atentado contra Esmelda Palacio en Amtrukna. Por el contrario, fueron el secretario político del FSLN de Bonanza, Omar Noel Medina y el consejal regional de Bonanza Elvin Urbina Luquez los principales gestores de esa liberación», denuncia el ambientalista.
En entrevista con CONFIDENCIAL, Ruiz insiste en que esta liberación revela «no solo la complicidad de la dictadura con la invasión de los colonos en territorios indígenas, sino también la impunidad en la que quedan los crímenes que cometen».
“En el caso de Ariel Castro lo liberan argumentando que no existe suficiente evidencia para procesarlo a pesar de las pruebas recopiladas en su contra, no hubo siquiera una investigación», explica el ambientalista y director de la cancelada Fundación del Río, una de las más de 3500 oenegés que han sido ilegalizadas por la dictadura en Nicaragua.
Solo queda un comunitario mayagna detenido
La Policía de Bonanza había detenido a siete hombres por el atentado, tres de ellos eran comunitarios mayagnas. Sin embargo, el único que permanece encarcelado es el mayagna, Eusebio Lacayo.
De acuerdo a Ruiz con la detención de Lacayo suman once mayangnas detenidos en Nicaragua, de los cuales ocho son guardabosques.
«Los territorios indígenas siguen desprotegidos ante la mirada del Estado, que en lugar de protegerlos gestiona la liberación de los perpetradores de crímenes», agrega.
Estado cómplice de los colonos
El abogado Yader Valdivia, del Colectivo de Derechos Humanos Nicaragua Nunca Más, señala que por años se ha denunciado la complicidad del Estado con la invasión de colonos en territorios indígenas.
«A pesar de las sentencias de la Corte IDH, a pesar que conformaron el Batallón Ecológico, históricamente el Estado se ha visto involucrado en estas masacres porque ha habido permisividad de la Policía, del Ejército y del Poder Judicial ante las violaciones que cometen», indica.
Valdivia afirma que la liberación de los colonos «demuestra la total falta de independencia de los poderes del Estado en Nicaragua y evidencia que estas decisiones son tomadas por el Ejecutivo».
«En Nicaragua se encarcela a víctimas y a los perpetradores se les deja libres. Esto, en el caso de la Costa Caribe, ha ocurrido desde mucho antes de 2018. Hemos visto cómo a los sobrevivientes de masacres de pueblos indígenas se les culpa y encarcela», sostiene el defensor.
Valdivia relata que contrario a realizar investigaciones efectivas por las invasiones y las ejecuciones extrajudiciales, lo que han hecho las estructuras del poder de la dictadura ha sido «tratar de silenciar a los indígenas para que ni siquiera denuncien».
En 2016, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) concedió medidas cautelares a seis pueblos indígenas del Caribe nicaragüense que se habían vuelto envueltos en una espiral de violencia a causa de sus tierras y el enfrentamiento con los llamados colonos.